Nuevo libro «Diaconía en las parras de Chile», del diácono Miguel Ángel Herrera Parra VIII

Dejarás y te unirás

El hombre dejará a su padre y a su madre,
y se unirá a su mujer.
Dejarás tu casa y tu buena vida de soltero,
dejarás a tu mascota, a tu gato y a tu perro,
y te unirás a tu mujer,
dejarás tu flojera, egoísmo y tu gran materialismo,
dejarás tus planes solitarios, dejarás tu “estilo de vida”,
y te unirás a tu mujer,
dejarás tus comodidades, tus machismos y eufemismos,
dejarás tu soberbia insolente y tu ser depredador,
y te unirás a tu mujer,
dejarás tus horas y tus días, dejarás tus años y tus ciclos,
dejarás tus ahorros suculentos, dejarás tus “conquistas”,
y amarás a tu mujer.
Ya que para unirte a ella, deberás dejarlo todo,
y construir, con ella, una historia mejor para ambos,
y, con ella, decidir si querrán tener mascotas,
y en qué casa vivirán,
y cuáles serán sus planes,
y qué “estilo de vida” tendrán,
y en qué gastarán el dinero,
y hacia dónde viajarán,
y qué familia construirán,
y dónde iluminarán.

Violencia en el pololeo

¿Cómo te das cuenta que vives violencia en tu pololeo?
¿qué signos y qué conductas, te ayudarán a evaluar?
Quiere saberlo todo, con quién vas y adónde vas,
controla tu vestimenta, y hasta tu celular, busca tu control total.
Busca aislarte de este mundo, impedir tu ser social,
que ya no hables con nadie, porque le hace enfadar,
de todos, te quiere aislar.
Dice que tú coqueteas, que siempre vas provocando, tiene celos enfermizos, que los ve como normal, piensa que amar, es celar.
Te acosa por el camino, te vigila y te persigue, te observa por todas partes, te llama por abusar, regala, ser tu guardián.
Te critica y te desprecia, te acusa y burla de ti, usa frases despectivas, te ataca en tu dignidad, te compara y descalifica.
Te humilla antes los demás, te ridiculiza y te desprecia, cuenta lo malo de ti, por todos los medios te agrede, te hace escándalos, sin fin.
Manipula tus sentimientos, si algo quiere conseguir,
con trampas, te chantajea, te castiga y te presiona,
se victimiza y se emociona.
Se muestra muy insensible, indiferente, te ignora,
no te habla y se justifica, se va sin decir por qué, es insolente, niega su error.
Te amenaza con maltrato, te quitará alguna cosa, habla que te dejará, dice que se matará, su amar, es amenazar.
Te obliga a las relaciones, comete abuso sexual, si te niegas, ya te ofende, dice que duda de ti, que nunca le das tu amor, no respeta tu libertad.
Es persona egocéntrica, lo que hace es lo mejor, y exige que tú te adaptes, que su vida es la mejor, que todo debes dejar.

Evangelizando Halloween

Ciertamente que no es nuestra, esta celebración mundana,
comercial y secular, e ingenuamente mirada.
No apoyes el paganismo, pero, apoya a las personas,
que saldrán, con su “idealismo”, a recrearse en sus zonas.
Un país sin carnaval, puede añorar los disfraces,
el jolgorio y festival, de fantasmas y demases.
Te pedirán, les des dulces, o te darán travesuras,
aunque te escondas, te excuses, ya no te quedes a oscuras.
Son sólo niños jugando, de las manos de sus padres,
te visitan recreando, así que “ya no les ladres”.
Dialoga y habla con ellos, y los podrás conocer,
son ángeles, que son bellos, aunque “monstruos” puedas ver.
Dales dulces y santitos, bendícelos, con amor,
no te enredes con sus ritos, dales de ti, lo mejor.
Así, se irá transformando, esta noche “de terror”,
con cariño, irá brotando una vecindad mejor,
que así, irá respetando, las oleadas del frescor,
de una infancia estimulada, debes salir del rencor.
No te sientas pesimista,
ni espectador de esa acción,
ejerce tu liderazgo,
respóndeles con tu amor.

Solo

Se queda mirando, solo,
en medio de la ciudad,
en que lo ven como estorbo,
que perdió su dignidad.

Pasan, caminan y corren, trabajando, sin parar,
hablan, consumen y comen, nunca lo van a mirar.
Y su hambre le atormenta,
le tortura, sin piedad,
su indigencia le violenta,
y llora por su orfandad.

Ellos “buscaron” a Cristo,
y no lo vieron en él,
ellos “amaron“ a Cristo,
nunca le vieron a él.

En su infinita tristeza,
se queda, tan solitario,
en su pena, que le pesa,
como cruz, en su calvario.

Remezón del feminismo

Remezón del feminismo,
por un cambio cultural,
disolviendo el cruel machismo,
inmanente y ancestral.
Más que “sueldos igualados”, más que “una oportunidad”,
más que “hijos obligados”, quieren justicia y verdad.
Más decisiones conjuntas, y más colaboración,
y amor, con las manos juntas, crezcan los dos, en su unión.
El machismo mató al hombre, le ahogó en su libación,
al “bueno”, lo hizo escombro, entre abuso y tentación.
Remezón del feminismo,
por mera liberación,
de los roles que el mutismo,
nos legó en su ambición.
Que el hombre, un minuto piense,
en el yugo de mujer,
y cambiará en su estilo,
y en su trato a la mujer.
Si hay poderes, compartirlos,
si hay tareas, compartirlas,
si hay tesoros, compartirlos,
si hay misiones, compartirlas.
¿Por qué “no se puede hacer”?

Sospecha

Sospecha de todos, y sospecha de ti,
sospecha de sus vecinos, y de sus compañeros,
sospecha de los varones y también de los diversos,
sospecha de los migrantes y de las personas pobres,
sospecha de su familia, y también de su mujer,
y sospecha de sus hijos y además, de sus amigos,
y sospecha de sus nietos, y sospecha de su suegra,
sospecha del que legisla y del que aplica la ley.

Pero, no sospecha de su inmadurez, ni de su enorme egoísmo,
ni de su infiel “honradez”, ni de su cruel materialismo,
ni sospecha de sus pasos, que lo alejan del camino,
ni sospecha de sus manos, que torcieron su destino.

No sospecha de su mal,
viendo el mal en los demás,
no sospecha de su conducta,
criticando a los demás,
no sospecha de su incoherencia,
cuando trata a los demás.

Por eso, está en su cárcel, que es su casa y su portal,
vive en torre de Babel, no entiende su propio mal.

Nadie le reconoció

Con su gigante colchón, en plena calle, ubicado,
se duerme, como un lirón, en su mundo trastocado.

En calle Santa Lucía, en la esquina de Alameda,
el que perdió su energía, sueña, en su toque de queda.
Lo observan, malhumorados, ya que “ensucia” a la nación,
los chilenos apurados, de turistas, es atracción.

En las noches, sufrimientos, y en los días, dormición,
ya respira, entre lamentos, pues se acerca su extinción.

Nadie le ha reconocido, en sus gritos y consignas,
pensaron que era un demente, en condiciones indignas.

Es maestro derrotado, es profesor de la actuación,
del mundo se ha divorciado, cuando falló en su misión.

Se extingue, entre la gente,
su sueño bolivariano,
su ideal sufre una muerte,
y hoy su cuerpo, lo ha dejado.

Contemplativo

Contempla la arquitectura,
los detalles ignorados,
el cesante, en su tortura,
en sus días cercenados.

El que trabaja, ya no mira,
la belleza en su ciudad,
pues la eficiencia le inspira,
sólo ve la fealdad.

El que trabaja maldice,
por donde pisa y avanza,
y este cesante bendice,
y eleva muda alabanza.

El que ha sido condenado,
a ese “retiro obligado”,
aunque no quiera, ha encontrado,
que lo hermoso le ha rodeado.

Paradójica mirada,
que ve el bien, entre su mal,
romántica y extasiada,
que le anima, hasta el final.

La cárcel

Dicen, que es el infierno, la cárcel y su “maldad”,
“se pudren en el averno”, los “malvados” de verdad,
dicen que reina el demonio, en este encierro brutal,
con abusos y maltratos, con la violencia sexual,
con gendarmes indolentes, con la corrupción fatal,
con miserias y delitos, con la increencia mortal.

Pero el infierno se encuentra, en la cultura de muerte,
de “gente buena” que orienta, su vida, a la “mala suerte”.

¿No será que está el infierno, en quienes quieren matar,
a todos los delincuentes, que en la cárcel han de pagar?
¿No será que está el infierno, en los que nunca comparten,
ni en verano, ni en invierno, ni “su torta” la reparten?
¿No será que está el infierno, en la injusticia existente,
en la fe inconsecuente, en la acción del prepotente?

¿No será que está el infierno en la falta de equidad,
que condena a la miseria, a hermanos sin dignidad?
¿No será que está el infierno, donde parece no estar,
en las bocas y en las almas, de quienes dicen “no pecar”?

¿De qué amor hablamos?

Un “amor” que no te salva, ni te hace cambiar tu vida,
que “solo te da una calma”, es muy lejano a tu vida.

Un “amor” que a ti te arrastra, por la cultura machista,
es amor que te retrasa, por su ola violentista.

Un “amor” de dos extraños, no podrá sobrevivir,
un “amor” que causa daños, te hará sufrir y morir.

Un “amor” que nada deja, es un amor desahuciado,
un “amor”, con “ropa vieja”, siempre estará apolillado.

Porque el amor te libera, te hace cultivar lo nuevo,
tú eres líder de otra era, no un esclavo, ni un relevo.

Ya que el amor verdadero, te ayuda a cambiar la vida,
con tu plena libertad, con valentía y verdad.

El amor de una pareja, de un esposo hacia su esposa,
es compromiso certero, de una unión real, curiosa.

Está el amor de la inercia, de apariencia y comodidad,
y está el amor, que en su esencia, es lucha y felicidad.

¿Qué amor construirás tú?
¿Qué amor te entregará Paz?

“Dios es mi luz”

Es clara y muy armoniosa,
observadora, amistosa,
universal y empeñosa,
muy justa, y su paz rebosa.

Ha optado por andar libre,
de la mano del Señor,
con su Alma protectora,
que irradia el más puro amor.

Perseverante y valiente, conciente y muy solidaria,
su fe la lleva en su frente, su vida es comunitaria.

Va sirviendo, en el silencio, no busca premio, o medallas,
y supera el gris cansancio, con fortaleza y plegarias.

Su alegría, es educar,
a sus hermanos queridos,
su ímpetu, puede enseñar,
también a los malheridos.

Su sonrisa misionera,
y su temple de cristiana,
es la eterna pasajera,
que irradia su alma cristiana.

Nuestra hermana, es una lumbre,
en la Iglesia, y su ser rotundo,
que siempre asciende a la cumbre,
de Jesús, Vida del Mundo.

Cambiar, con máxima diligencia

Que pronto se haga este cambio, para poder respirar,
como Iglesia renovada, y que se pueda avanzar.
No autoridades juzgadas, ni acusadas de encubrir,
delitos, faltas malvadas, que dañan hondo sentir.
Que venga ya un servidor, inocente de esas taras,
que ilumine con su ardor, su testimonio, sin fallas.
Rapidez, benevolencia, prontitud y caridad,
con el Pueblo, en inclemencia, con rabia por su orfandad.
Pronto, lo antes posible, se designe, sin tardar,
una Cabeza visible, que venga a aquí, a caminar.
¿Qué más se puede esperar?, ¿qué mucha gente se aleje?,
¿que se olviden de rezar?, ¿que presionen, vociferen?
Cada día, ya es muy tarde, y cada noche también,
se requiere como el aire, un buen pastor de esta grey.
Ven fuego, Espíritu Santo, ven a limpiar y a barrer,
todo lo espurio, y dañado, lo que hay que recomponer,
ven con tu fuerza potente, a levantar y a rehacer,
pues nunca nos has faltado, tu valentía de hoy y ayer,
para hacer Cristo presente, en nuestro mundo y creer.

No nos abandones y envíanos ya,
al sucesor que viene a elevar,
con Cristo, el sendero nuevo,
a servir y a evangelizar.

Ya estoy sentenciado

“Dado que tú no condenas, al que ha hecho tanto mal,
llevas las mismas cadenas, de ese altivo criminal.
Ya veo que tú te callas, y no comunicas tu rabia,
veo que así, tú me fallas, que “comprometido” te hayas.
Si no castigas al encubridor, si no insultas a ese malhechor,
te “comprometes” con el encubrimiento, y eres cómplice de lo peor.
Por eso, yo sentencio, te humillo y te menosprecio,
ya que guardas tu silencio, tu prudencia yo desprecio.
El culpable eres tú, porque nunca haces nada,
y no buscas la luz, para la gente abusada.
Si no rompes con el imputado, es que defiendes el mal,
dispárale a aquel acusado, y veré cuanto odias el mal.
¿A quién le importa la justicia y el debido proceso,
si él se cubre, en su inmundicia, y nunca irá preso?
Tú eres el encubridor del encubridor, el más culpable entre los culpables,
y más traidor que aquel traidor, delincuente, ya no me hables”.

Tienes que condenar, con odio muy duro,
desde lo más profundo de tu corazón,
si tú no lo haces, te verán oscuro,
ya no tendrás paz, ni razón.

¡¡Cómo ha cambiado este Chile!!

El humor de nuestro pueblo,
se ha cambiado en ironía,
corrosiva y explosiva,
como si fuese “otro” pueblo.
País de cooperativas, del campo, de la vivienda,
del ahorro, super activas, hoy, solo es una leyenda.
Gente participativa, que se organizaba, en todo,
hoy, se ha vuelto inactiva, y desconfía, de todo,
Fue un político, hoy distante, fue un líder, hoy temeroso,
fue simpático, hoy “cortante”, no quiere ser “revoltoso”.
La “justicia” uniformada, ha encarcelado su mente,
ha torturado su amada, ansias de ser, con su gente.
Los focos del tanque siguen, entrando por su ventana,
y sus agentes consiguen, que ya “nadie haga nada”.
La atomización planteada,
para librarnos del mal,
se ha vuelto en la indeseada,
indiferencia mortal.

Y cada foca, en su roca,
las ovejas, con sus parejas,
cada uno, en lo que le toca,
si te sales, “¡tras las rejas!”

Paradojas

Lo que hemos crecido,
en desarrollo económico,
lo hemos abandonado,
en humanismo armónico.
Lo que hemos aumentado, en los logros materiales,
lo hemos disminuido, en valores espirituales.
Hoy tenemos más casas, y menos familias,
tenemos más autos, y menos visitas.
Tenemos más medios, y estamos más solos,
tenemos más miedos, que nos dejen solos.
Tenemos más derechos, y menos compromisos,
nos gustan los hechos, y no los sacrificios.
Tenemos más mascotas,
y ya no tenemos hijos,
tenemos esperanzas rotas,
sin fe y crucifijos.
Matamos al Señor Dios,
y amamos a “nuestros ídolos”,
y nuestra vida es veloz,
y odiamos al dolor.
Vivimos tan bien,
y estamos tan mal,
pues olvidamos quien,
es humano real.

Escribir

Gárgolas del terror,
dejadme escribir,
hechiceros del terror,
dejadme vivir.

Monstruos de las cavernas,
dejad de asustar,
y brujos de las tabernas,
dejad de matar.

Que los humanos escriban,
sus silentes pensamientos,
que, aún, sin musas, transcriban,
sus profundos sentimientos.

Y verán que toda belleza,
se esconde en cada rincón,
debilidad, y fortaleza,
del sincero corazón.

Esperando una atención

¡Qué terrible es esperar,
que te puedan atender,
y te hagan despotricar,
y te hagan envejecer!.

Cambian las empresas,
Cambian las personas,
Cambian los sistemas,
y crecen las demoras.

Por eso, el “modernismo”,
lleva a extrañar lo antiguo,
por eso, el “progresismo”,
es un cruel espejismo.

“Fidelización” del cliente,
cuando es un cliente,
ya que cuando, se ha marchado,
¡nunca volverá atrás!

El cuidado o secuestro de una madre

El fin no justifica los medios,
y el cuidar a una madre,
no justifica una guerra entre sus hijos.
Guerra, de las competencias,
de afectos, con intereses,
de las ocultas denuncias,
de traumas y de estrecheces.
¿Quién faculta que un hijo, de su madre sea “dueño” y “tutor”,
y que “desherede” a otro hijos, sus hermanos, con furor?
La demencia tipo uno,
no es sólo de los mayores,
hoy, le afecta, como a ninguno,
con reiterados rencores.
El hermano atormentado,
por sus recuerdos de niño,
hoy camina encadenado,
por falta de paz y cariño.
Hoy quiere que le agradezcan,
hasta el vasito de agua,
que ha convidado gratis,
hasta una gota de agua.

Ahí viene el resucitado

Al que fue crucificado,
puedes contarle sus llagas,
ya llega el resucitado,
mete tu dedo en sus llagas.

En Jesús, nunca hay muerte,
sin su resurrección,
resurrección que no oculta,
las huellas de su pasión.

Venerables heridas,
ya que, a través de ellas,
hemos visto las queridas,
huellas de su amor, bellas.

La conversión es un dinamismo,
que nos habla del fiel amor,
a Jesús, en cada sismo,
en cada sudor, hasta el fin del camino.

Sirvamos a la humanidad,
desde nuestras heridas,
amemos a la humanidad,
con sus llagas y heridas.

La titulación

La titulación de un hijo,
comenzó desde la cuna,
y en cada vivencia dijo,
que hay esfuerzo, no fortuna.
En cada confianza dada, y en cada conversación,
en cada gesto y mirada, de apoyo y de aprobación.
Que asista a clase y no falte, y que aprenda a respetar,
que juegue, cante y salte, y que aprenda a pensar.
Que aprenda a convivir,
que aprenda a conocer,
que comience a discernir,
y que goce al resolver.
Que ayude a otras personas,
que enseñe, con la razón,
con la emoción, en mil zonas,
con método y corazón.
Que comparta y que despliegue,
banderas de libertad,
y que, con amor, despegue,
su fe y creatividad.
Así, su título es justo,
por su gran superación,
se ha titulado con gusto,
con su alegre inspiración.

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