Murió el Diácono Rafael Tejera

Diác. José Espinós, Buenos Aires

Servir en las periferias se hace eco de esta sensible pérdida. Rafael ha sido un colaborador infatigable en la causa del diaconado y un impulsor del Informativo CIDAL.

Que Dios te haya pagado, querido hermano, todos tus servicios.

Equipo de Coordinación y Redacción de Servir en la periferias.

 

El anuncio de su muerte por parte de su Arzobispo

El miércoles 24 de agosto de 2016, el actual Arzobispo de Santiago de los Caballeros, Mons. Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez anunciaba así la muerte de Rafael en su cuenta de facebook:

“Hoy falleció repentinamente el querido diácono de esta Arquidiócesis de Santiago, RAFAEL TEJERA, gran servidor de todos. Dios consuele a sus familiares y amigos. ¡Descanse en paz mi amigo y alumno RAFAEL!”.

Reflexión del Arzobispo Emérito

Mons. Ramón Benito De La Rosa y Carpio, Arzobispo en esta Arquidiócesis hasta enero de 2015, reflexionaba así a un mes de la muerte de Rafael:

“Me parece bueno, útil, necesario hacer memoria de Rafael Tejera, hombre casado, de la comunidad de Gurabo, que hace un mes justamente murió de un infarto.

Rafael Tejera, queda en la memoria y en el recuerdo de los hombres y mujeres de Santiago, porque fue un diácono, aparte de cumplir responsablemente su misión de hombre casado, de padre de familia, un diácono permanente, que se entregó a su comunidad, a grandes servicios.

Su estatura de hombre consagrado y dedicado le llevó muchas veces a representar a la República Dominicana, a nivel internacional, en el mundo de los diáconos permanentes.

Ese ministerio de diaconado permanente vale la pena valorarlo, hacen todo un trabajo, un gran trabajo, en silencio, en sus comunidades en la Iglesia.

Nosotros vemos que muchas veces se distinguen otros ministerios, pero el diácono permanente, ese hombre casado, que vive del sudor de su frente, realiza en nuestras comunidades un trabajo silencioso, valiosísimo.

Así fue Rafael Tejera en la Arquidiócesis de Santiago, en la comunidad de Gurabo.

Hacemos memoria ante él y lo recordaremos por sus hechos, por sus obras, por lo que realizó en medio de nuestras comunidades, con altura, con dignidad, con una gran fe en Dios y con un gran sentido de servicio a los demás.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.”

Gracias, Rafael, por tu servicio y entrega en la consolidación del ministerio diaconal desde el Centro Internacional del Diaconado de América Latina (CIDAL). Gracias por haber sido parte de su directiva a lo largo de una década y de animar tantos encuentros diaconales, no sólo en tu país, sino en muchos otros de nuestro Continente.

Gracias por tu amistad y por el ejemplo de pasión pastoral que nos dejaste. Gracias a tu esposa e hijos, que sé que te acompañaron siempre en tu ministerio pastoral. Para ti, le pido al Señor que te reciba y te premie y para ellos que les conceda el consuelo y la esperanza del reencuentro.

Finalmente, agradezco a mi amigo Rafael su testimonio de fidelidad y amor a la Iglesia que peregrina en Santiago de los Caballeros, cuna del diaconado permanente en América. Llegue al Señor mi oración por Mons. Freddy, los sacerdotes y diáconos de esa querida Iglesia.

Diác. José Espinós

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La Conferencia del Episcopado Dominicano aprobó el diaconado para la República Dominicana en su Asamblea Plenaria del 28 al 31 de Julio de 1966, encargando a la entonces Diócesis de Santiago de los Caballeros el inicio del estudio de esta experiencia.

La Diócesis comenzó la escuela de Formación para diáconos en agosto de 1966. El 20/1/1969, La Santa Sede por Rescripto 1839/68 concede la solicitud hecha por la Conferencia del Episcopado Dominicano.

El 25 de mayo de 1969 se ordenaron los tres primeros diáconos de la Diócesis de Santiago y del país: Cristino Collado, José Inocencio Torres y Santiago Guzmán: profesor el primero, Farmacéutico el segundo y Odontólogo el tercero.

Actualmente hay en la República Dominicana 518 diáconos permanentes, de los que 307 pertenecen a la Provincia Eclesiástica del Cibao y 211 a la provincia Eclesiástica de Santo Domingo. Sólo en la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros quedan ahora 120.

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