Monografía de la Revista Vida Nueva sobre el Diaconado Femenino I: "El poder de la mujer es el servicio".

La Revista Vida Nueva publicó en el mes de mayo pasado (20.05.2016) el número 2989 su Pliego ( monografía ) sobre el diaconado femenino. Habiendo sido publicada por el Instituto Secular Alianza en Jesús por María en internet y habiendo pasado siete meses de su publicación, recogemos en varias entregas las aportaciones de la misma: la editorial de la Revista  y las aportaciones de los profesores de la Universidad Pontificia de Comillas: Fernando Ricas Rebaque, profesor de Historia Antigua de la Iglesia y Patrología (Facultad de Teología), y Carmen Peña García (Facultad de Derecho canónico), así como la de la teóloga  Isabel Gómez-Acebo.

El título de la monografía es: «Tres miradas sobre el diaconado femenino». Como dice la revista: Una aproximación a este tema candente desde las perspectivas histórica, canónica y eclesial de una cuestión que despierta tantas expectativas como recelos.  ¿Quiere abrir Francisco la puerta al diaconado femenino?, ¿qué precedentes encontramos en la Iglesia primitiva?, ¿por dónde pasa la institucionalización canónica de este ministerio?, ¿por qué ahora?, ¿cuál debe ser el siguiente paso?… Tres destacadas firmas comparten sus respectivos puntos de vista (histórico, canónico y eclesial) acerca de una cuestión compleja, cuyo debate despierta tantas expectativas como recelos.

 

EDITORIAL VIDA NUEVA Nº 2989

“Me gustaría establecer una comisión oficial que estudiara el tema”. Ni más ni menos. Esta fue la respuesta de Francisco ante la pregunta lanzada por la Unión Internacional de Superioras Generales sobre los impedimentos para que se incluya a las mujeres entre los diáconos permanentes. La reacción del Papa de no zanjar el tema con una negativa, sino de invitar a la reflexión, ha generado un tsunami de reacciones, con el rechazo inmediato de aquellos que lo interpretan como una antesala al acceso al orden sacerdotal, algo que ni tan siquiera se sugirió.

Una mirada al pasado revela que el diaconado de la mujer estuvo vigente durante más de mil años y con una proyección litúrgica, caritativa y catequética que nada tiene que envidiar a los diáconos casados.

Como sucede en otros ámbitos, no solo el eclesial, la praxis trasciende hoy a la norma, hasta tal punto que no es extraño encontrar en territorios de misión a mujeres enviadas como párrocos o vicarias diocesanas, que predican cada domingo la Palabra, que presiden exequias… Pero no hace falta irse lejos. En zonas rurales de España, son las mujeres las que mantienen vivas las comunidades.

Con la ley en la mano, se les reconocen las capacidades de desempeñar las mismas funciones de un diácono, pero solo con carácter extraordinario. ¿Qué sucedería si esta excepcionalidad se tornara permanente? ¿Y si ellas bautizaran? ¿Un servicio de hecho asumido por el derecho?

Estas preguntas por sí mismas, como el hecho de crear una mera comisión, además de poder caer en el reduccionismo, no tienen sentido si no se enmarcan en una profunda reflexión sobre el lugar de la mujer en la Iglesia. Resultaría decepcionante si, al igual que puede suceder con el papel de los laicos, solo se las pusiera en valor para poner parches donde no hay sacerdotes, y no se reconozca por sí mismo ese genio femenino que reivindicaba Juan Pablo II.

Como aperitivo, no estaría de más que, al menos, se acelerara la admisión de la mujer a los ministerios laicales –lector y acólito- en plano de igualdad con los hombres de forma estable y no temporal, como hasta ahora. Necesario, pero no suficiente, como el compromiso del Papa a que las religiosas formen parte de la asamblea general de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada.

La Iglesia no puede dejar fuera de la toma de decisiones a la mitad de sus miembros, no se pueden perpetuar más signos de exclusión, marginación o discriminación. Porque, si como insistía Francisco al inicio del Pontificado, “el verdadero poder es el servicio”, las mujeres son las más poderosas en la Iglesia, al menos, en caridad. Y eso exige ser correspondido.

Artículo tomado de:  http://www.alianzajm.org/IMG/pdf/Tres_miradas_sobre_el_diaconado_femenino.pdf

Fotografía tomada de: http://www.vidanueva.es/

 

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