Diaconio, Boletín mensual del Diaconado Permanente de la Arquidiócesis de Medellín

Nº 70 – Mayo de 2010 – Año VII

A finales de marzo el predicador de la Casa Pontificia P. Raniero Cantalamessa, delante del Papa Benedicto XVI, dijo que: “Si hay humildad, la Iglesia saldrá más brillante que nunca de esta guerra”. Y estamos seguros de que así será. No en vano Cristo está subido en la barca de Pedro y por muchos intentos que hagamos los humanos por hundirla no lo conseguiremos.

El predicador dijo que: “Cristo sufre más que nosotros por los pecados y delitos de sus hijos y por la aflicción de su Iglesia y que si la permite es porque conoce el bien que puede brotar de ella, de cara a una mayor pureza de su Iglesia”.

Como diáconos y como candidatos, hemos tenido la oportunidad de escuchar toda clase de críticas a la Iglesia y sus pastores. Es increíble la dosis altísima de divulgación en toda clase de medios y hasta nos toca ver y oír, incluso, el desempeño de algunos que salen en defensa de la Iglesia, con pobres argumentos y declaraciones inoportunas que hacen más mal que si hubieran permanecido callados.

Nuestra actitud ha de ser positiva, no defendiendo lo indefendible, sino siempre dentro de un espíritu de verdad., pues estamos ante hechos complejos que no conocemos bien, por lo que conviene estar bien informados, pues nada hay más inconveniente y dañino que una mentira con partes de verdad incorporadas o una defensa con pobres argumentos. Es factible, es posible, plantear las argumentaciones de modo que todos noten la fortaleza y convencimiento de que nuestra Iglesia tiene más, muchísimo más que regalar al mundo y de que “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Por tanto, hablemos sólo con conocimiento de causa y si hay algo que no sabemos o no conocemos es preferible abstenernos estando seguros de que el Señor nos acompañará siempre.