Fueron ordenados los cuatro primeros diáconos permanentes

de la Diócesis de Pinar del Río
Hombres coherentes que no son perfectos”

 

Sergio Lázaro Cabarrouy Fernández – Fontecha

Nosotros hoy, Segmento noticioso del Sitio WEB de la COCC

Pinar del Río, Cuba, 8 de agosto de 2011

www.iglesiacubana.org

 

Armando Ramírez Ferrer, José Vicente Concepción Robaina, Julián Roberto Márquez García, y Roberto Sánchez Graverán fueron ordenados diáconos permanentes en la Catedral de Pinar del Río, por el Obispo Jorge Enrique Serpa, en la mañana del 6 de agosto pasado.

Estos cuatro hombres casados, con hijos, “han dado testimonio de fidelidad a la Iglesia en momentos difíciles y han priorizado siempre el servicio a sus comunidades. Han dado siempre testimonio de una vida laboral y familiar en armonía cristiana. No son perfectos pero sí son coherentes con su fe y han sabido llevar la cruz que le ha tocado a cada uno.” –dijo el Obispo en la homilía.

Durante el rito de la ordenación en Pinar podía verse la alegría y el estupor en los rostros de aquellos cuatro hombres y en el de sus familiares. Para ellos resultaba un premio a su fidelidad y compromiso, y al mismo tiempo el comienzo de un nuevo camino. “Nuestro sí al Señor está sostenido por el sí de nuestras familias, y especialmente de nuestras esposas, que son como la parte oculta del iceberg que permite que la otra sea visible.”-dijo el diácono Roberto Sánchez que tuvo a su cargo las palabras de agradecimiento al final de la celebración. “Dios es el Padre de las infinitas oportunidades, y hoy nos da a nosotros y a nuestras familias, una nueva oportunidad para vivir su gracia, que es también infinita”.

 

Para estos hombres y sus familias vale la plegaria dicha por el Obispo antes de la ordenación:

Señor,
Haz que seamos tus discípulos,
Para ver a cada hombre a la luz de tu rostro.
Acudamos a nuestra intercesora,
A la que he confiado las vocaciones de la diócesis,
A la Virgen de la Cariad,
Cuya imagen peregrina hoy en Cuba,
Quien desea que su Hijo sea conocido y amado.
¡Que ella nos acompañe!

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