Muchas veces nos preguntamos: ¿en qué consiste el crecimiento espiritual del que tanto nos habla la Iglesia? ¿Cómo lograrlo?
Debemos partir de la claridad de que el Espíritu Santo es quien produce en nuestra vida ese dinamismo que nos impulsa a querer ser cada día mejores cristianos; es Él quien nos da las luces y las fuerzas necesarias para caminar los caminos que El Señor nos indica; por tanto, seguirle significa tener una vivencia cristiana de fe, pero, también… conocer su palabra.

Si se opta sólo por la vivencia, la espiritualidad puede quedar reducida a un subjetivismo arbitrario, a unas modas cambiantes y expuestas al error propio del desconocimiento. Así pues, la verdadera espiritualidad debe integrar doctrina y vida; principios y experiencia.

Santa Teresa de Ávila decía: “Es gran cosa las letras, porque éstas nos enseñan y nos dan luz; y así, guiados por las verdades de la Sagrada Escritura hacemos lo que debemos. De devociones a ciegas, líbranos Señor” (Vida 13, 16).

Ser mujer FEBE, significa entonces formarnos, prepararnos para lograr ese crecimiento espiritual, paralelo al de nuestro esposo candidato o diácono.

Próximas convocatorias de FEBE

Te invitamos éste sábado 5 de marzo a la primera charla sobre cómo llegar a ser una mujer consagrada a la Virgen María, desde la advocación de María Sierva.

Ven a la Escuela Diaconal desde las 7:00 a.m. y tendrás oportunidad de entender en qué consiste esta opción que FEBE nos ofrece y cuándo iniciaremos nuestro camino a la consagración. ¡Te esperamos!

El próximo 4 de abril se realizará la ceremonia de presentación a la Virgen del primer grupo de aspirantes a la consagración en FEBE.
! Prepárate, te esperamos!