Expansión del diaconado en la Iglesia Católica: ¿Expansión de una Iglesia servidora?

La expansión del diaconado, la unidad del sacramento del Orden, los esfuerzos formativos de los candidatos al diaconado y la reflexión sobre el papel de la esposa del diácono son cuatro temas que tienen un eco especial en este número de nuestro Informativo.

La ilustración de la portada de este número resulta sugerente. Sobre la mano resucitada de Jesucristo, llena de vida definitiva, afloran las caras de seres humanos sufrientes cuyas vidas corren peligro. En el detalle del fondo de la imagen se pueden leer frases, a modo de letanía siempre actualizada, como convocatoria a vivir hoy la llamada de las Bienaventuranzas.

Acabamos de conocer que el número de diáconos permanentes sigue aumentando en la Iglesia Católica hasta convertirse en los agentes de pastoral que más crecen, un 35% en tan solo nueve años, llegando al número de 44.566 en el año 2014. En un solo año (2013 a 2014) el aumento fue de 1.566 diáconos.

En este hecho comprobamos la acción del Espíritu, que continúa enviando operarios a su mies.  No podemos por menos que alegrarnos. Al mismo tiempo, esta alegría inicial   crea interrogantes que nos interpelan. Leyendo los signos de los tiempos, ¿qué nos estará diciendo el Espíritu con este aumento progresivo del ministerio diaconal en la Iglesia?, ¿este crecimiento está sirviendo para construir una Iglesia más servidora? La imagen del Papa Francisco, con la estola a modo diaconal, lavando los pies a doce refugiados en la Celebración de la Cena del Señor el jueves Santo, es un reclamo para que todos los diáconos pongamos lo mejor de nosotros mismos para hacer que la Buena Noticia del Resucitado sea una realidad en las periferias existenciales de nuestros ambientes, de la Iglesia y del Mundo.

Con ocasión de las informaciones sobre las celebraciones de la Misa Crismal se resaltan  varias referencias que, por coincidentes, señalan una cuestión importante para el ministerio diaconal: la Unidad del Sacramento del Orden.

El día de San José el Papa ordenaba dos nuevos obispos a los que invitaba a amar   “con amor de padre y de hermano a cuantos Dios pone bajo su cuidado, especialmente a los presbíteros y diáconos”. En muchas iglesias locales los obispos han señalado esta misma idea, el Informativo recoge la del obispo de Copiapó (Chile) que insistía: “hagamos de esta concelebración un signo de la comunión entre nosotros… muchas cosas, hermanos sacerdotes y diáconos, tenemos que hacer; pero todo será vano si no tenemos el amor en el corazón; el apostolado más intenso sirve de poco si no vivimos nuestra unión con Jesucristo, si no lo ponemos a Él como centro y clave de nuestras vidas”. Otro año más, en varias diócesis iberoamericanas, interpretando que la renovación de las promesas sacerdotales se refiere a quienes han recibido el Sacramento del Orden en sus tres órdenes, tras la renovación de las promesas presbiterales, los diáconos han realizado la renovación de las promesas diaconales. Un gesto significativo es también el realizado por el obispo de la diócesis de Saltillo (México) al instaurar el diaconado permanente en el marco de la Misa Crismal. El tema del ministerio diaconal y la Unidad del Sacramento del Orden está desarrollado en el documento de la Comisión Teológica Internacional: “El diaconado; evolución y perspectivas” (2002). Próximamente el Informativo presentará un resumen sobre esta cuestión.

En Bogotá ha tenido lugar la primera reunión del nuevo Equipo Asesor del Departamento de Vocaciones y Ministerios (DEVYM) del CELAM, con el propósito de identificar las principales fortalezas y debilidades de la formación de los diferentes agentes de pastoral. En lo que se refiere al diaconado permanente se revisaron las diversas dimensiones de la formación de los diáconos en América Latina: humana, eclesiológica y pastoral; además, se programaron las grandes líneas para el corriente cuatrienio 2015-2019.

Precisamente en este campo de la formación de los candidatos al diaconado, el Informativo expone varias ofertas y experiencias interesantes: el encuentro de la Dirección de la Comisión Nacional de los Diáconos de Brasil para preparar el Encuentro Nacional de Directores y Formadores de Escuelas Diaconales, a realizar en el mes de Junio en Palmas, y que tendrá en cuenta la situación del diaconado en Brasil y en el   Continente Latino Americano; el programa para el año propedéutico en la archidiócesis de Panamá y en la diócesis de Little Rock (EEUU); el inicio de los cursos de formación en las escuelas diaconales en Nova Iguacu (Brasil) y en la archidiócesis de Santiago de Chile; y la designación de un diácono como nuevo director de la escuela diaconal en Valparaíso (Chile).

Destaca también la próxima defensa de la tesis doctoral del diácono brasileño Julio Bendinelli bajo el título “Servidor de la mesa y de la Palabra de Dios”, cuidadoso estudio teológico pastoral sobre el ministerio diaconal desde una perspectiva bíblica, histórica y del magisterio conciliar y pos conciliar.

En relación con la realidad del rol de la esposa del diácono, el Informativo recoge la actividad de la Asociación de fieles laicas de la arquidiócesis de Bogotá (Colombia), FEBE, el testimonio de una esposa de la diócesis de Austin (EEUU), y la reflexión de un diácono recién ordenado de la diócesis de Bilbao (España).

El Equipo de Coordinación y Redacción ha realizado la evaluación del primer año de experiencia de Servir en las periferias. Una primera conclusión va a ser la modificación de la web durante el mes de abril, con el objetivo de que pueda mejorar su capacidad informativa.

Acabamos de comenzar a vivir la cincuentena pascual, para este tiempo gozoso y esperanzador os deseamos lo que el Papa Francisco nos pedía en la celebración de la Vigilia Pascual:

“El Señor está vivo y quiere que lo busquemos entre los vivos. Después de haberlo encontrado, invita a cada uno a llevar el anuncio de Pascua, a suscitar y resucitar la esperanza en los corazones abrumados por la tristeza, en quienes no consiguen encontrar la luz de la vida. Hay tanta necesidad de ella hoy. Olvidándonos de nosotros mismos, como siervos alegres de la esperanza, estamos llamados a anunciar al Resucitado con la vida y mediante el amor; si no es así seremos un organismo internacional con un gran número de seguidores y buenas normas, pero incapaz de apagar la sed de esperanza que tiene el mundo”.  

¡Feliz  Pascua de Resurrección!

En nombre del Equipo de Redacción y Coordinación, un fraternal abrazo

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