Diseño de la Formación Pastoral para el Diaconado Permanente

Instrumento de trabajo de la Arquidiócesis de San José de Costa Rica

 

Vigente desde el 24 de julio del 2009

 

Finalidad de la formación pastoral

 

Iniciar al aspirante en la comprensión y realización del ministerio diaconal según el carisma de Cristo Siervo para modelar una agente pastoral proactivo y servidor de la Nueva Evangelización (actividad misionera de la Arquidiócesis de San José).

 

Visión de la formación pastoral

 

  • Método: ver-juzgar-actuar.
  • Cimiento: discipulado misionero.
  • Enfoque: teología histórico-salvífica, pastoral misionera y eclesiología de comunión y participación.
  • Modelo eclesial misionero: kerigma, catequesis, apostolado y misión.
  • Ruta: de la experiencia individual a la comunitaria y de ahí a las realidades temporales.
  • Lectura constante e integrada de la experiencia personal de servicio y de la vida comunitaria en la que sirve.
  • Medios: formación teológica académica, actividades para la síntesis pastoral y aplicabilidad del conocimiento adquirido en ella; actividades para la comprensión, conocimiento, discernimiento y acción pastoral, respectivamente, como mesas redondas, conferencias, investigaciones, diálogos comunitarios, lectura de documentos magisteriales u orientaciones pastorales, programas de servicio pastoral.
  • Modalidad de incursión pastoral: programas de acción pastoral en la parroquia o en la diócesis.
  • Desafío: la Nueva Evangelización.
  • Dimensiones de la formación pastoral: ardor, métodos y expresiones para la actividad misionera.

 

Perfil pastoral de ingreso

 

  • Experiencia personal de discipulado (indicación individual)
  • Experiencia personal de “misión” (misiones o experiencia pastoral)
  • Comprensión insuficiente del ministerio pastoral del Diácono
  • Celo pastoral germinal (caridad pastoral)
  • Diocesaneidad
  • Disponibilidad a la docilidad pastoral (comunión)
  • Conoce sus fortalezas y debilidades en cuanto al discipulado misionero (mediante un diagnóstico facilitado por una evaluación de ingreso).

 

Perfil pastoral de egreso[1]

 

  • Clara identidad pastoral y misionera.
  • Aunque conserve el vínculo con su comunidad de origen, particularmente en cuanto al discipulado, está abierto a priorizar la misión para hacer presente a Cristo Siervo, como carisma fundamental.
  • Introducido en la vida diocesana y por tanto una experiencia inicial de comunión con el clero y el laicado.
  • Agente pastoral proactivo que dialoga y estima las vivencias discipulares y misionera en donde se sirve dócilmente a las prioridades pastorales mediante el servicio en equipo.
  • Iniciado en la observación pastoral de la realidad eclesial y temporal (“ver”).
  • Iniciado en la valoración de la realidad eclesial y temporal (“juzgar”) según la fe y el celo pastoral.
  • Iniciado en la actividad misionera de la Iglesia con actitud de esperanza y caridad.
  • Comprensión de la actividad misionera de la Arquidiócesis (visión de conjunto sobre la visión y acción pastoral).
  • Desenvolvimiento adecuado para incursionar en las distintas realidades parroquiales, sea en el ver, el juzgar o el actuar, así como en los distintos ámbitos diocesanos.
  • Realiza su ministerio con visión integral profética, litúrgica y social.
  • Sabe escuchar, discernir, servir y amar a la manera del Señor Jesús.
  • Está en desarrollo la integración orgánica del único proceso de vida cristiana y diaconal.
  • Conoce y acoge los carismas y dones específicos en las distintas áreas pastorales (especialización).
  • Disponibilidad a evitar la clericalización del ministerio.
  • Disponibilidad a participar en los órganos colegiados de la parroquia y la diócesis.
  • Disponibilidad a la formación permanente.
  • Conoce y detecta los riesgos pastorales de su ministerio.

 

 

En particular,

  • Agente kerigmático
  • Agente catequista
  • Agente litúrgico
  • Agente pastoral social

 

Contenidos

 

  • Formación kerigmática.
  • Formación catequística.
  • Formación litúrgica.
  • Estudio de las orientaciones pastorales y magisteriales de la Santa Sede, del Episcopado Latinoamericano, Episcopado Costarricense y Episcopado Arquidiocesano.
  • Estudio de las líneas pastorales arquidiocesanas y de las parroquias donde desarrollarán programas.
  • Planeamiento pastoral básico y organización de actividades.
  • Criterios y método de dirección espiritual.
  • Análisis pastoral actual.
  • Análisis de la realidad social.
  • Método teológico del discernimiento comunitario.
  • Síntesis pastoral constante.


[1]El primer nombramiento de un diácono para una comunidad o un ámbito pastoral representa un momento delicado. Su presentación a los responsables de la comunidad (párrocos, sacerdotes, etc.) y de ésta hacia el mismo diácono, además de favorecer el conocimiento recíproco, contribuirá a lograr rápidamente la colaboración sobre la base de la estima y del diálogo respetuoso en un espíritu de fe y de caridad. Puede resultar fructuosamente formativa la propia comunidad cristiana, cuando el diácono se configura en ella con el ánimo de quien sabe respetar las sanas tradiciones, sabe escuchar, discernir, servir y amar a la manera del Señor Jesús. Directorio para el ministerio y vida de los diáconos permanentes, 77. 

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