Diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, Argentina: En medio de crisis vocacionales, crece el número de diáconos

En el contexto de fuertes cuestionamientos a la Iglesia, atravesada por denuncias de abusos, y la reducción de las vocaciones sacerdotales, la presencia de laicos permanentes parece ser el nexo que encuentran los fieles para no desistir de sus creencias.

Se trata de vecinos que, siendo casados y con hijos, deciden formarse para brindar este servicio ministerial en la Iglesia. 

En los últimos años, en la Diócesis de Río Cuarto ocurrieron varias  consagraciones y en la escuela de diaconado que funciona en la ciudad hay otras 20 personas estudiando.

De los ya consagrados en la región, los que trascendieron fueron el periodista Alberto Roselli, oriundo de Alcira Gigena; Javier Carassai, jugador de fútbol de General Deheza, y este fin de semana Javier Lovay, un especialista en software de Ucacha, casado y con hijos, que este fin de semana tuvo su ceremonia de consagración.

Al referirse a estas consagraciones, el obispo de la Diócesis, Adolfo Uriona, destacó: “Se trata de personas relativamente jóvenes, con autoridad y reconocidas en su pueblo”.

Para el año próximo se anuncian nuevas ceremonias ministeriales.

Consultado el obispo Adolfo Uriona sobre este incremento de laicos en la Iglesia desarrollando acciones que para el común de la gente son parte de las acciones sacerdotales, explicó: “El diaconado en sí mismo es una institución de las primeras de la Iglesia. Aparece en el Libro de los Hechos de los Apóstoles. Con el correr de los tiempos se fue diluyendo como institución propia y el diaconado, que es el primer grado del orden sagrado, pasó a ser  transitorio, como una etapa previa al sacerdocio”.

Tras el Concilio Vaticano Segundo, comenzó a perfilarse fuertemente esta institución como propia de la Iglesia y dando la posibilidad de participación de personas casadas.  

Respecto de si la presencia de personas casadas ejerciendo el ministerio ayuda a aplacar la mirada crítica hacia los sacerdotes, sostuvo: “Posiblemente ayude, pero me parece que el cuestionamiento que pueda darse hacia el sacerdocio tiene evidentemente bastante de componente ideológico. Más allá de los hechos concretos que se han dado, puede ser que sí, que esa figura (diaconado) sea reforzada y ayude al pueblo de Dios”.

Asimismo, admitió que tras la reducción de las vocaciones sacerdotales, los diáconos vienen a ayudar y cumplir una función importante. A su vez, resaltó que es un pedido del propio papa Francisco, quien viene insistiendo con el rol protagónico de los laicos en la Iglesia. “Quizás nosotros estamos acostumbrados, y en particular en Río Cuarto, a una Iglesia demasiado clericalista, muy llevada por los sacerdotes, pero hoy el pedido es que los laicos asuman el ministerio del diaconado”.

Entre las atribuciones que alcanzan a los diáconos está la de poder administrar bautismos, matrimonios, exequias y bendiciones de personas, objetos, de eventos, lugares y de acompañar pastoralmente al sacerdote.

“En la Diócesis por lo menos la institución (diaconal) tiene 30 años”, precisó Uriona. Y mencionó que el papa Francisco viene pregonando desde hace tiempo sobre la necesidad de trabajar sobre una Iglesia más laical. “Esto tiene un valor muy grande dada o no la situación con los sacerdotes”, apuntó.

Patricia Rossia

Fuente www.puntal.com.ar

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