Diáconos permanentes, vida litúrgica, pastoral y caridad

Mar del Plata, 2 de agosto de 2012

El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, saludó con gozo «esta recuperación del diaconado permanente como un enriquecimiento para la misión evangelizadora de la Iglesia, que en el último concilio ha considerado como apropiado y útil que hombres que previamente realizaban en la Iglesia un ministerio verdaderamente diaconal, sea en la vida litúrgica y pastoral, sea en las obras sociales y caritativas».

El prelado lo hizo al presidir en la catedral de San Pedro y Santa Cecilia la misa de ordenación de los diáconos permanentes Norberto Cecchi y Miguel Zazza, ambos casados y padres de familia, de reconocida trayectoria pastoral en la diócesis de Mar del Plata.

«Queridos Norberto y Miguel, como obispo de esta diócesis de Mar del Plata, quiero expresarles la alegría de toda la diócesis por este acontecimiento de gracia», dijo antes de la imposición de manos y la oración de ordenación.

Leer el texto completo de la homilía en la sección Reflexiones de esta edición.

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