Diácono Miguel Ángel Herrera Parra, Chile: Chile en la cruz, ¡Qué dolor!

Chile en la cruz, ¡Qué dolor!

Me duele la gran desigualdad económica y social que hay en Chile; y me duele, mucho más, la incertidumbre, de no saber si las justas demandas de los pobres, de los vulnerables, de los sin voz, serán escuchadas y respondidas por las personas que están en las altas esferas.

Me duele el destrozo y la acción de transformar en basura los espacios de mi ciudad; pero, más me duele, el creciente y grave daño en la salud mental de sus habitantes, de aquí y de allá.

Me duele el maltrato creciente hacia todas las imágenes y personas de autoridad en la sociedad; pero, me duele el alma, al ver el desprecio, la indiferencia y la negligencia que existe hacia las personas mayores, en sus propias familias.

Me duele el lenguaje tendencioso, hacia un lado y hacia otro, de las noticias que emiten los medios de comunicación social; pero, más me duele, el lenguaje cargado de odio y de venganza, de desconfianza y de miedo, que utilizamos, cotidianamente, los propios ciudadanos.

Me duele la falta de liderazgo humano, político y religioso que constatamos en nuestra sociedad; pero, me duelen mucho más, los mezquinos y diarios “liderazgos” de prepotencia, de provocación y de maldad, que están seduciendo el corazón de muchos, a nivel local.

Me duele que cada justa demanda sectorial no sea pronto escuchada y solucionada; pero me duele mucho más, que como ciudadanos nos olvidemos y no busquemos el bien común para todos los que habitamos nuestro país, ahora y en el futuro.

Me duelen los muertos y los heridos en estas manifestaciones sociales, me duelen los torturados y los abusados por la policía, y también me duelen los policías linchados y quemados por una turba; pero lo que más me hace sufrir, es que nos estamos transformando en unos verdaderos “zombies”, a los que ya nada les conmueve, y que nos acostumbramos a los estados de excepción y, a esperar que, mágicamente, “por fin, alguien” presentará una solución.

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