Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Día 6º: "Dios nos ha reconciliado con él". "Deus nos reconciliou consigo"

DÍA 6 Dios nos ha reconciliado con él (2 Corintios 5, 18)
Génesis 17, 1-8 Dios hace una alianza con Abrahán
Salmo 98 Los confines de la tierra han visto la victoria de nuestro Dios
Romanos 5, 6- Dios nos ha restablecido en su amistad por la muerte de Cristo
Lucas 2, 8-14 Traer una Buena Noticia

Comentario

La reconciliación tiene dos caras: es al mismo tiempo fascinante y aterradora. Nos atrae de modo que la deseamos: dentro de nosotros, entre nosotros y entre nuestras diferentes tradiciones confesionales. Pero nos damos cuenta del precio a pagar y esto nos aterra, ya que la reconciliación implica renunciar a nuestro deseo de poder y de reconocimiento. En Cristo, Dios nos reconcilia gratuitamente consigo, aunque nos hayamos separado de él. La acción de Dios, sin embargo, trasciende también esto: Dios no solo reconcilia consigo a la humanidad, sino a toda la creación.

En el Antiguo Testamento Dios es fiel y misericordioso con el pueblo de Israel, con el que hizo una alianza. Esta alianza sigue vigente: «los dones y el llamamiento divinos son irrevocables» (Rm 11, 29). Jesús, que inauguró la nueva alianza en su sangre, era un hijo de Israel. Muchas veces a lo largo de la historia nuestras Iglesias han fallado a la hora de reconocer esto. Desde el Holocausto se ha vuelto un compromiso distintivo de las Iglesias en Alemania combatir el antisemitismo. Del mismo modo, todas las Iglesias están llamadas a llevar a cabo la reconciliación en sus comunidades y a resistir cualquier forma de discriminación humana, ya que todos somos parte de la alianza de Dios.

Preguntas

  • ¿En cuanto comunidades cristianas cómo entendemos el formar parte de la alianza de Dios?
  • ¿Qué tipos de discriminación deben combatir nuestras Iglesias hoy en nuestra sociedad?

Oración

Dios misericordioso, desde el amor hiciste una alianza con tu pueblo. Danos fuerza para resistir toda forma de discriminación. Haz que el don de tu alianza de amor nos llene de alegría y nos inspire una mayor unidad. Te lo pedimos por medio de Jesucristo, el Señor resucitado, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Fotografía tomada de: http://www.salesianosuruguay.org/

 


 

DIA 6  Deus nos reconciliou consigo (2 Coríntios 5,18)

 

Gênesis 17,1-8

Deus faz uma aliança com Abraão

Salmo 98 O mundo viu a vitória de Deus
Romanos 5,6-11 Deus nos reconciliou consigo por Jesus Cristo
Lucas 2,8-14 Proclamação da boa nova

Comentário

Reconciliação tem dois lados: é fascinante e assustadora ao mesmo tempo. Ela nos atrai, fazendo-nos desejá-la: dentro de nós mesmos, uns com os outros e entre nossas diferentes tradições confessionais. Vemos o preço e nos assusta, pois reconciliação significa renunciar a nosso desejo de poder e reconhecimento. Em Cristo, Deus gratuitamente nos reconcilia consigo, mesmo que nos tenhamos afastado dele. A ação de Deus vai ainda mais além: Deus reconcilia consigo não somente a humanidade, mas o conjunto da criação.

No Antigo Testamento Deus foi fiel e misericordioso com o povo de Israel, com o qual estabeleceu uma aliança. Essa aliança permanece: “os dons e o chamamento de Deus são irrevogáveis” (Rom 11,29). Jesus, que inaugurou a nova aliança em seu sangue, era um filho de Israel. Freqüentemente na história, nossas Igrejas tem falhado em reconhecer e honrar isso. Depois do Holocausto, é tarefa especial das Igrejas da Alemanha o combate ao anti-semitismo. Do mesmo modo, todas as Igrejas são chamadas a cultivar reconciliação em suas comunidades e a resistir a todas as formas de discriminação humana, porque somos todos participantes da aliança de Deus.

Questionamentos

  • De que modo nós, como comunidades cristãs, compreendemos o que é ser parte da aliança de Deus?

  • Que formas de discriminação nossas Igrejas precisam enfrentar hoje em nossas sociedades?

Oração

Misericordioso Deus,
que por amor fizeste uma aliança com teu povo;
fortalece-nos para que possamos resistir
a toda forma de discriminação;
que o dom de tua amorosa aliança
nos encha de alegria e nos inspire a construir uma unidade maior;
é o que te pedimos por Jesus Cristo, nosso Senhor ressuscitado,
que vive e reina contigo e com o Espírito Santo
agora e para sempre. Amém.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *