Referente Nacional del CIDAL en Chile
Santiago, Chile, 7 de marzo de 2012
miguelangel.herreraparra@gmail.com«>miguelangel.herreraparra@gmail.com
Cristo me está llamando,
en aquellos que buscan su felicidad, en las drogas,
en los migrantes, que son explotados,
y en los ancianos abandonados.
Cristo me llama hoy,
en las familias que se desintegran,
en los trabajadores que sufren injusticias,
y en los consumidores que son abusados.
Cristo me grita en el dolor,
de los niños que viven en la calle,
de las madres que son maltratadas,
de las personas que están encarceladas.
Cristo necesita de mi mano,
en los jóvenes que están amargados,
en las mujeres que son deshechadas,
y en los “distintos”, que son violentados.
Cristo me llama hoy,
a mirar, con sus ojos, el mundo,
a sentir, junto a su corazón,
y a servir, con su amor, fiel, profundo.
Cristo me quiere como su diácono,
para liberar a los oprimidos,
para animar a los abatidos,
para compartir con todos mis hermanos.
Cristo me da la oportunidad,
de formar comunidades misioneras,
de ayudar a los crucificados,
y de aprender a servir, de verdad.
Jesús, sin ti, no puedo ser diácono,
no me dejes solo, que tome tu mano,
junto a mi esposa, en tu amor, consagrado,
hasta que el Padre nos llame a su lado.