por Diácono Greg Kandra,  29 septiembre 2015
El diácono Neil Tif no lo esperaba, pero se sintió muy emocionado cuando llegó del trabajo a su casa el día de su aniversario y se encontró una postal y una barrita de chocolate, regalo de JR, el hijo adoptado que ha estado viviendo con él y su esposa Denise.
“Me emocioné tanto”, dijo el diácono Tif. ”Él tiene tan baja autoestima debido a años de no estar cuidado. En aquel momento sentí que él ahora comprende que forma parte de una familia”.
En Arizona, donde hay más de 17.000 niños en acogida familiar, la mayoría en el Condado de Maricopa, el diácono Tift, que sirve en la Parroquia de Cristo Rey, con su esposa Denise han abierto sus corazones y su hogar para acoger aproximadamente 50 niños y adultos jóvenes en los últimos 21 años.
“Neil y yo no pudimos tener hijos juntos, así que pensamos que sería bueno adoptar; entonces adoptamos a nuestra hija Hannah, que tiene necesidades especiales”, dijo Denise. “También decidimos participar en adopción temporal; ello nos ha proporcionado un gran sentido de familia y nos ha acercado  mucho a Neil y a mí”.
La adopción requiere dedicación y energía, pero el diácono Tif y Denise dicen que también es muy gratificante y satisfactoria.
“Nosotros hemos sido bendecidos por haber sido parte de la vida de tantos niños y jóvenes. Es enormemente necesario que los niños tengan una familia”, dijo el diácono Tif. Si no tienen un hogar que los acoja, los niños dormirán  en Centros que los acojan hasta que encuentren un hogar para ellos”.
Ambos creen que siendo padres adoptivos están viviendo la vocación diaconal de Tif y sirviendo a la Iglesia.
“Oramos juntos y rezamos Laudes al levantarnos  o Vísperas al acostarnos”, dijo Denise. “Siento fuertemente que Dios nos ha guiado y nos guía por este camino para cuidar a sus hijos”.