Conoce al diácono Carlos Echeverría, el segundo diácono permanente de Honduras

Autora: Amarys Galeano

Llamado por el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez el “deuterodiácono”, es residente del municipio en Santa Lucia, allí desarrolla su labor pastoral, en la parroquia “Cristo de las Mercedes” donde ejerce su ministerio diaconal sirviendo al altar en una de las misas del domingo, allí le toca predicar, además de impartir la formación cristiana a los adultos y las demás actividades que le son conferidos al diaconado.

 

¿Cómo fue su infancia?

Mi infancia fue marcada por la religión Católica, en mi casa se bendecía el alimento, se daba gracias, se rezaba el Rosario todos los días y en ese ambiente fui creciendo, mi familia era sumamente católica nos acostumbramos todos a ir a misa los domingos.

 

¿Cuáles son los  orígenes de sus padres?

Ambos nacieron en Costa Rica, mi papá se sentía un poco vasco de apellido Echeverría y su segundo apellido Elizondo. Son del área vasco de Navarra decía él que veníamos por lo cual él apoyaba a lo lejos al Osasuna y su servidor también. Yo no tengo problema, con el Real Madrid y el Barcelona siempre con el Osasuna ahora en segunda división.

 

¿Cómo describe sus anhelos desde su niñez?

Mi anhelo juvenil era llegar a ser sacerdote para eso me preparé tuve la bendición de estar en una universidad muy seria la Universidad Gregoriana de los Jesuitas y la tremenda bendición de coincidir con el Concilio Vaticano II, por lo tanto, ver la figura de Juan XXIII y de Pablo VI fue para mí algo muy especial.

¿Que lo molesta y lo hace enojar?

La injusticia, la farsa de algunos políticos; nos hacen la vida de cuadritos.  A veces nos dicen una cosa luego nos dicen otra, se ha manejado el país de mala manera, este es un país sumamente rico, pero lamentablemente ha estado muy mal administrado, muy bien robado, y durante mucho tiempo en total impunidad.

 

¿Cuál ha sido el  día más feliz de su vida?

He tenido unos días muy felices cuando me gradué en la Universidad Gregoriana era difícil, cuando me casé, cuando nacieron mis hijos, cuando me gradué en la maestría y cuando fui ordenado diácono en la Iglesia católica son los días que lo marcan a uno para toda la vida.

 

¿Cómo vive usted su diaconado?

Encomendándome al Señor, haciendo la tarea que le toca a uno, estamos cooperando con la Universidad Católica, También en el ministerio sirviendo al altar en una de las misas allá en Santa Lucía, me toca predicar en esa Misa, también me toca a mí la formación cristiana a los adultos estamos por tres años consecutivos con esa tarea que es muy gratificante, porque son gente que a su edad anda buscando al Señor.

¿Cómo recibió la noticia que sería diácono, quien se la dio?

Me la dio el presbíterio asistí un domingo a la celebración de la Divina Misericordia hace como seis años cuando fue ordenado el primer diácono permanente el doctor Elio Alvarenga, uno de los sacerdotes dijo Carlos va a ser el próximo y otros presbíteros que me conocían repitieron lo mismo, la cosa   llegó al cardenal fue más prudente y dijo “pedid y recibiréis” al mes me llamó mi párroco que era el padre Tony Salinas y me dijo Carlos ya discutimos y aprobamos lo tuyo.

 

¿Qué hacer en los momentos difíciles que vive la Iglesia?

Ahorita nos toca enderezar el camino, formar mejor en los seminarios a nuestros sacerdotes ayudarles a discernir mejor, hacer más oración por la santa madre Iglesia y por sus ministros y si alguien falla hay que tener tolerancia cero e incluso colaborar con las autoridades civiles en cada uno de los países, porque no se puede tolerar, que se haga daño especialmente a niños y a jóvenes que se nos han sido confiados.

 

¿Qué propuestas podemos dar para mejorar la Iglesia?

Hay que poner las cosas en perspectiva, no podemos excusar los pecados cometidos, pero por otro lado también tenemos que ver la santidad de la Iglesia, mucho más, los presbíteros que han consagrado su vida al Señor y en total fidelidad que son una inmensa mayoría y es conocer el bien y es de su pastoral de los sacramentos la fe y su actividad social, la Iglesia beneficia a tantos seres humanos en el mundo entero hay que tener fe en Dios, hay que darle paso a la esperanza para que las cosas se produzcan de la manera correcta.

 

Fuente: https://fidesdiariodigital.com

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