El pasado sábado, día 27 de junio a las 11 de la mañana, el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, ordenó en la catedral a los dos primeros diáconos permanentes de la archidiócesis, Enrique Díez y David Jiménez. Enrique de 46 años está casado y es padre de tres hijos, David de 40 años, también casado y con dos hijos. Junto a ellos fueron ordenados otros diáconos (camino del presbiterado), así como tres presbíteros.
En la homilía el arzobispo manifestó su alegría por estas dos primeras ordenaciones de diáconos permanentes en la diócesis de Burgos
Los nuevos diáconos fueron acogidos en la fraternidad diaconal por diáconos de Sevilla, Valladolid y Bilbao. Tras la ceremonia los asistentes pudieron compartir un vino español en el seminario de Burgos.

Los dos nuevos diáconos permanentes han recibido su formación humana, espiritual y teológica a los largo de los últimos tres años.

El arzobispo ya había señalado en el Decreto de instauración del diaconado permanente, que había tomado la decisión de instaurarlo convencido de que el diaconado permanente redundará en el bien espiritual y pastoral de la diócesis.