Celebración de 20 años de la instauración del diaconado permanente en Asidonia-Jerez

 

 

+ José Mazuelos Pérez, Obispo de Asidonia-Jerez

Jerez de la Frontera, España, 8 de diciembre de 2012

 

Queridos sacerdotes, diáconos y feligreses,

 

En este Año de la Fe en el que la Iglesia entera conmemora los Cincuenta Años de la Clausura del Concilio Vaticano II, en nuestra Diócesis queremos celebrar uno de los frutos de este gran Concilio, se trata de la instauración del Diaconado Permanente hace veinte años.

 

El Concilio Vaticano II hizo un gran esfuerzo para volver a los orígenes de la Iglesia y retomar algunas instituciones que se habían debilitado con el paso del tiempo, de este modo han resurgido en los últimos años diversos carismas y ministerios, entre los que destaca el diaconado permanente, que han supuesto una gran bien para el pueblo de Dios.

 

La misión de los diáconos es imitar a Cristo en su acción de servir, este servicio se explicita en tres grandes campos: «la Caridad, la Evangelización y la Liturgia», pero previo a estas grandes áreas, hay un cimiento profundo y sólido sobre el cual se apoya cualquier actividad o servicio en la Iglesia: la identidad con Cristo que nos transforma y nos hace capaces.  A través de la imposición de manos del Obispo, el Espíritu Santo configura al diácono de una manera especial con Jesucristo, servidor de Dios Padre y de los hombres, y así os da la gracia para desarrollar con eficacia vuestro ministerio, llevando a buen fin las tareas que el Obispo os encomiende.

 

En estas dos décadas nos hemos beneficiado del ejercicio del ministerio diaconal en las diferentes parroquias, pero también hemos agradecido el trabajo que habéis realizado en otros campos apostólicos como Cáritas diocesana, Pastoral Penitenciaria, Pastoral de la Salud, Pastoral de Exequias, Pastoral Social, Catequesis, Tribunal Eclesiástico, Instituto Teológico, etc.

 

En este Año de la Fe, quiero unirme al papa Benedicto XVI para recordar a todos cual es nuestra misión como Iglesia: evangelizar un mundo que está enfermo porque sufre una grave “crisis de fe” y llevarlo a Jesucristo, el único Médico que puede sanarlo. En nuestros tiempos se nos abren nuevos retos que hemos de afrontar con entusiasmo, para ello quiero  contar con toda la riqueza de carismas y ministerios que Dios nos ha regalado, por eso quiero animaros de forma especial a vosotros, diáconos permanentes, a que sigáis desarrollando vuestro ministerio con fidelidad, dedicación y alegría.

 

Quiero manifestar en nombre de toda la Iglesia de Asidonia-Jerez, el agradecimiento por vuestro trabajo perseverante y a veces oculto a los ojos del mundo, pero que nuestro Señor sabe apreciar. Quiero también tener un recuerdo muy especial para los diáconos Antonio Delgado Martínez y Enrique Rodríguez Salas que han partido ya a la casa del Padre. No quiero olvidar a vuestras esposas y a vuestros hijos que, de alguna manera, participan en vuestro ministerio sosteniéndoos con su palabra y con su oración.

 

¡Ánimo!, que la mies es mucha y los obreros son pocos, pero seguro que contando con la intercesión del diácono San Esteban y de María Inmaculada, patrona de la Diócesis, podréis continuar desarrollando este hermoso ministerio al que os llamó el Señor y la Iglesia os ha encomendado.

 

Por último, deseo haceros partícipes e invitaros a todos, sacerdotes y feligreses, a la celebración Eucarística en la Fiesta del diácono San Esteban, el próximo día 26 a las 19.30 h. en la Santa Iglesia Catedral. Queremos, junto con la Delegación del Diaconado Permanente, darle este año un realce especial a esta Eucaristía por el doble motivo del veinte aniversario y la celebración del «Año de la Fe.»

 

Recibid un saludo cordial de vuestro Obispo y mi bendición apostólica para vosotros, vuestras familias y comunidades.

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