Cartas de un Párroco a su hermano diácono I

Pbro. Aldo Félix Vallone, Mendoza, Argentina
Dice el autor –Licenciado en Teología Espiritual y Director de la Escuela Arquidiocesana de Ministerios San José- que “en estas cartas laten vivencias compartidas, reflexiones personales y diálogos con diáconos, presbíteros y laicos”.
La alegría de contar contigo
Querido hermano:
Tu llegada a esta comunidad es una bendición. Cristo Cabeza, Maestro, Esposo y Servidor se hace presente entre nosotros.
Con tu presencia resplandece un nuevo icono. El misterio de la gracia se hace ministerio. Dios Amor se manifiesta como diaconía que ilumina, da vida y enaltece la dignidad de los hombres, especialmente los más pobres, débiles y sufrientes.
Somos conscientes. Queremos serlo más… Tras el velo de tu humildad, en ese rostro esculpido por las diversas circunstancias de la vida, en la profundidad de tus palabras sencillas y de tus manos marcadas por el trabajo cotidiano, se manifiesta un don inapreciable: Eres sacramento: signo eficaz, instrumento y transparencia de Jesucristo resucitado diaconando en su Iglesia.
¡Gracias por tu sí! ¡Gracias por tu disponibilidad! ¡Gracias por venir lleno del Espíritu del Señor para saciar la sed de la Palabra, para renovarnos y hacernos crecer en la comunión, y para animar nuestra diaconía! ¡Gracias!…
Nos une la configuración en el mismo ministerio diaconal de Jesucristo y, aunque participemos en grado diverso del Sacramento del Orden, por ese mismo sacramento somos hermanos y, ambos cooperadores del ministerio episcopal.
Has sido asignado como colaborador en esta parroquia para servir en comunión con tu párroco, animando la diaconía de los fieles. Los dos juntos –cada uno desde su lugar- en comunión con el Obispo hacemos presente el ministerio apostólico.
Quiera el Señor regalarnos la gracia de entregar nuestra vida en la edificación de esta comunidad para gloria del Padre de todo bien.
Te recibo como hermano, no como sirviente  ni clero de segunda. Tu diaconado es aliciente de mi ministerio. Espero que mi sacerdocio ministerial enriquezca tu diaconado.
 
Tu hermano párroco
 

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