Candidatos al Diaconado Permanente de la arquidiçocesis de Guayaquil (Ecuador) celebraron Rito de Admisión

El pasado 16 de diciembre coincidiendo con el tercer domingo de Adviento, conocido como domingo de Gaudete, fueron admitidos 17 candidatos al Diaconado Permanente. En el rito de admisión los aspirantes manifestaron públicamente su deseo de abrazar esta vocación a la que el Señor los ha llamado y que quieren responder con generosidad. La Santa Misa fue presidida por el padre Tirso Varela y concelebrada por varios presbíteros.

Durante la homilía se recalcó a los postulantes, el servicio que el diácono debe realizar en la Iglesia a través de los sacramentos, como llevar la comunión a los enfermos, predicar la palabra de Dios, bautizar o celebrar el Rito del Matrimonio todo esto teniendo en cuenta que la prioridad del diácono permanente debe ser la familia, luego su trabajo profesional y al final el servicio en la parroquia.

Terminada la homilía el Diácono Wilson Amancha presentó a los 17 candidatos, llamándolos uno a uno por su nombre, tras lo cual el padre Tirso Varela, Rector del Seminario Mayor para la Formación de Diáconos Permanentes, se dispuso a interrogar a los candidatos, sobre su disposición a servir a Dios y a la Iglesia, ante la asamblea presente en la parroquia San Miguel Arcángel.

Fernando Molina, candidato al Diaconado permanente, recuerda una de las primeras Misas que celebró Mons. Luis Gerardo Cabrera en Guayaquil, quien en una de sus homilías los cuestionó con estas palabras: “… ¿y después qué?”. Desde ese momento, sintió la necesidad de hacer más por la Iglesia, no quedarse solo en ser catequista sino, de servir de otra manera a Dios.

Una vez concluida la celebración y antes de impartir la bendición el padre Tirso Varela, explicó a toda la asamblea que el tiempo de preparación y formación ha sido de 4 años durante los cuales los candidatos han realizado estudios acerca de la doctrina social de la Iglesia, liturgia, teología, entre otros y que en este último año se deberán preparar mucho más, ya que al final deberán presentar una tesis; “…tras esto, el Obispo llamará al Consejo de Órdenes que revisará los procesos para luego y por la gracia de Dios puedan ser ordenados Diáconos permanentes”.

Fuente. www.arquidiocesisdeguayaquil.org.ec

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