Al compás de la “Iglesia canta”, 20 hermanos se presentaron en procesión por la catedral, sostenidos por la mano firme de sus señoras hacia el ministerio del diaconado permanente. Esta es la crónica de la celebración vivida este 8 de marzo en el corazón de Santiago.

“Dios, refugio y fortaleza de su pueblo”

Aún con el particular olor del incienso, los ojos expectantes de estos 20 matrimonios escuchaban con atención y repetían con emoción el Salmo 45:<>.

El Cardenal Ricardo Ezzati, con particular alegría, comenzó la homilía con palabras dirigidas especialmente a los nuevos servidores. “Las dos lecturas bíblicas de este día de Cuaresma, nos hablan del agua, de agua que es fecunda. Agua que se hace cada vez más fuerte y que permite que la vida, la vida abundante que Dios le quiere regalar a todos sus hijos, pueda crecer. Gracias justamente a esta agua que brota, el altar del Señor se hace abundante y llega hasta el mar, para darle a ese mar muerto una vida nueva”.

Con calma, desde el corazón, además les transmitió el mensaje que el mismo papa Francisco ha pedido comunicar al mundo entero.

“El papa nos dijo: <>. San Pablo le decía a Timoteo acuérdate de Jesucristo, de Jesucristo que ha muerto y ha resucitado, de Jesucristo que nos da vida nueva, de Jesucristo que renueva nuestra existencia constantemente y la llena de esperanza.

Acuérdate de Jesucristo, que hay algo fundamental en el proceso formativo de ustedes, queridos hermanos, en el proceso formativo de cada uno de nosotros, ese elemento esencial es la persona de Jesús. Acuérdate de Jesús no significa sólo un ejercicio de la mente, de inteligencia, significa entrara en comunión con él. para ser continuadores de la historia de él”.

Termina la bendición y la sacristía es el escenario perfecto para sacar los hábitos, recoger el sentimiento de paz y dar pie para una nueva travesía.

En Catedral 1063, segundo piso, tres cursos del diaconado permanente recibieron luego de la ceremonia, entre risas, una bendición de quien presidió minutos antes, las palabras del pastor.

Los candidatos al diaconado de primero, segundo, cuarto y sexto año, recibieron la visita del arzobispo, quien comentó a nuestro portal: “Nosotros estamos muy agradecidos a Dios por este don que le ofrece a la Iglesia de Santiago, la vocación de la Iglesia de Santiago es un signo de que Dios nos quiere”.

Por Lorena Martino. Fuente: Comunicaciones Santiago
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