Conferencia Episcopal de Chile
Santiago, Chile, 7 de diciembre de 2010
Catorce fueron los diáconos permanentes ordenados por Monseñor Alberto Jara, Obispo emérito de Chillán, el sábado 4 de diciembre en la Catedral Metropolitana de Santiago.
Los diáconos permanentes son, por lo general, hombres casados, que reciben este ministerio para colaborar con el Obispo en el quehacer pastoral y de evangelización de la Iglesia. Héctor Ramírez, uno de los catorce noveles servidores, dijo tras la ordenación: “fue un día de fiesta y de un gozo inefable para nuestras familias y para nuestra Amada iglesia”.
Héctor Ramírez agradeció la presencia de sus comunidades y de sus párrocos como “un signo de profundo amor y un llamado a renovar el espíritu de comunión, caridad y fraternidad de la primera Comunidad de Jerusalén”. A su juicio, el momento de mayor emoción fue “el signo de la postración ante nuestro Obispo, que es signo real de la sucesión apostólica y en un acto de total disponibilidad y entrega sin restricciones a la voluntad de nuestro Señor”. También destacó el momento en que le impusieron las manos, cuando “la fuerza del Espíritu Santo nos provee de los dones divinos para cumplir el servicio que el Señor nos encomienda”. Este apunta a animar a los cristianos en su propia vocación de servicio, tanto en el orden de la solidaridad como de la evangelización y edificación de la comunidad eclesial.