Diócesis de Valparaiso (Chile): Eucaristía por Día del Diácono Permanente

 En Parroquia San Felipe Neri de Villa Alemana 

Eucaristía por Día del Diácono Permanente
En esta celebración los diáconos permanentes de la diócesis renovarán sus promesas diaconales y se celebrarán los 50 años de la restauración del Diaconado Permanente en nuestro país.

El 10 de agosto, se celebra el día de San Lorenzo, Patrono de los Diáconos Permanentes. Por este motivo en nuestra Diócesis, este mismo jueves 10 de agosto a las 20:00 horas se celebrará una Eucaristía en la Parroquia San Felipe Neri, ubicada en calle Berlín 670 de Villa Alemana. La Santa Misa será presidida por monseñor Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso.

En esta celebración los diáconos permanentes de la diócesis renovarán sus promesas diaconales y se celebrarán los 50 años de la restauración del Diaconado Permanente en nuestro país.

Los diáconos participan de una manera especial en la misión y la gracia de Cristo. El sacramento del Orden los marca con un sello (carácter) que nadie puede hacer desaparecer y que los configura con Cristo que se hizo «diácono», es decir, el servidor de todos.

Corresponde a los diáconos, entre otras cosas, asistir al obispo y a los presbíteros en la celebración de los divinos misterios sobre todo de la Eucaristía y en la distribución de la misma, asistir a la celebración del matrimonio y bendecirlo, proclamar el Evangelio y predicar, presidir las exequias y entregarse a los diversos servicios de la caridad.

Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia latina ha restablecido el diaconado «como un grado particular dentro de la jerarquía», mientras que las Iglesias de Oriente lo habían mantenido siempre. Este diaconado permanente, que puede ser conferido a hombres casados, constituye un enriquecimiento importante para la misión de la Iglesia. En efecto, es apropiado y útil que hombres que realizan en la Iglesia un ministerio verdaderamente diaconal, ya en la vida litúrgica y pastoral, ya en las obras sociales y caritativas, «sean fortalezcan por la imposición de las manos transmitida ya desde los Apóstoles y se unan más estrechamente al servicio del altar, para que cumplan con mayor eficacia su ministerio por la gracia sacramental del diaconado».

Fuente: Comunicaciones de Valparaíso

 

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