2º Encuentro de las esposas de diáconos permanentes de la Diócesis de Sant Feliu de Llobregat.

Aportado por 

Josep-Maria Gómez Del Perugia

Encuentro con las esposas de los diáconos  permanentes de la diocesis de Sant Feliu de Llobregat..
Elpasado 13 de noviembre, en la Casa de l’Església, se celebró el segundo encuentro de esposas de los diáconos permanentes de la diócesis, con Mons Agustín Cortés, Obispo de Sant Feliu de Llobregat, que lo presidió, convocadas por el Delegado diocesano para el Diaconado.
Se inició el encuentro pidiendo la intercesión de Santa María de Montserrat, al Señor, para ser capaces de avanzar adecuadamente en el cometido que corresponde a cada una, junto a sus esposos y família. Seguidamente Mons. Agustín, dio la bienvenida agradeciendo la presencia en cada una de las esposas y señalando el esfuerzo, de hacerse presentes, especialmente las que venían de las comarcas más alejadas.
Hubo una bienvenida especial para Montserrat, esposa de Mossèn Albert Manich, el último diacono ordenado de la diócesis, el passado 18 de octubre.
El Delegado, pone en relievere las intervenciones de las esposas recogidas del anterior encuentro, transmitiendo la satisfacción por la implicación expresada, de manera general, en el ministerio diaconal encomendado a su marido, con carismas, servicios e intensidades diferentes. En ningún caso se mostraron actitudes de aislamiento ni menos aún de indiferencia. Esta sensibilidad también se vislumbra en el equilibrio aportado por las esposas, -no falto de generosidad-, para armonizar la vida familiar, el ministerio y la actividad laboral de los diáconos. Un equilibrio que viene de la época del aspirantado, candidato, estudios, ministerios, ordenación, hasta llegar al desarrollo de las tareas pastorales encomendadas. En esta situación contemplando las actitudes e implicación de las esposas y las actitudes y tareas de los diáconos se desprende la vivencia de la ordenación diaconal del esposo, como un don de la gracia de Dios que también recibe la esposa, mediante la conexión con el sacramento del matrimonio. Indudablemente, este hecho revierte como un fruto que la Iglésia puede ofrecer, grácias al testimonio y entrega tanto de las esposas, como de los diáconos.
El Obispo Agustín, invitó a continuar la cuestión iniciada en el último encuentro:
Mantenerse en la discreción y estar al lado del esposo. Como acertar esta presencia junto al diácono?
La cuestión desencadenó intervenciones por parte de todas las esposas, en función de la implicación y de la forma de ser de cada una, siempre en tono positivo, incluso en el caso de producirse alguna dificultad en el ministerio del esposo. Por eso Mons Agustín señaló la importancia del acompañamiento de la esposa en la
cotidianidad, en la preparación de las celebraciones, de la predicación, en los consejos de buen hacer, … Por ello remarca dos aspectos prácticos de interés . El primero la oración, en especial de la Liturgia de las Horas, que las esposas comentan que, en determinados casos, comparten con sus maridos. El segundo la oportunidad de las esposas trabajando en la pastoral familiar. El Obispo Agustín, invita a las esposas a plantearse la posibilidad de
implicarse en la pastoral familiar y prematrimonial, con palabras testimoniales eficaces. Ya que personas casadas parece que pueden aportar más fuerza comunicativa que las personas célibes, aunque también pueden estar bien preparadas.
Antes de finalizar el encuentro, el Delegado recuerda que en la agenda hay varios actos programados, en especial los encuentros de proximidad por Vicarías donde se tratará el Plan Pastoral Diocesano, el desarrollo del Año Jubilar de la Misericordia, con el Jubileo de los diáconos en Roma, del 27 al 29 de mayo, del próximo año, y la formación permanente.
El encuentro finaliza con la oración de San Francisco.

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