por Diácono Greg Kandra, en www.patheos.deaconsbench, 1 agosto 2015
El Cardenal de Boston, Sean O’Malley, recientemente ordenó de diácono a Tom Olson, de 35 años, en la Parroquia de San Columbille, en su largo camino hacia el presbiterado. En su homilía, el Cardenal ofreció importantes reflexiones sobre el diaconado
“Jesús viene como servidor, el servidor sufriente, que es suave y humilde de corazón. Él desea que sus discípulos tengan el mismo espíritu de servicio y humildad. Uno de los tres ministerios ordenados en la Iglesia –diácono, presbítero y obispo-, el de diácono significa servidor o ministro. Diácono es una palabra griega. No significa un hombre santo muy importante, o líder en la Iglesia, o Alto Señor Ejecutivo, significa “servidor”. Puedo pensar por qué la Iglesia ha mantenido la práctica de ordenar diáconos a los hombres antes de ordenarlos de presbíteros. La Iglesia les podría ordenar sacerdotes sin ordenarlos anteriormente de diáconos, pero probablemente la razón es para dejar constancia que el ministerio es ante todo servicio, humilde servicio del Señor y su Iglesia”.
El Cardenal recordó a Olson que mantenga la mirada fija en la presencia de Cristo en la Eucaristía, como centro de su ministerio.
El Cardenal también se refirió a algunos elementos del rito de ordenación. A la estola que Olson recibió, la denominó “símbolo de servicio”, como una toalla compartida por Jesús con el diácono. “El mayor privilegio que recibimos es la toalla que Jesús nos confía para lavar los pies a aquellos a los que estamos llamados a amar y servir. Sé un diácono, un buen y fiel servidor”.