Saludo del Cardenal Oscar Andrés Rodriguez a los asistentes al jubileo del CID

Durante estos días he participado en el jubileo del Centro Internacional del Diaconado. Ha sido una experiencia muy gratificante, sobre todo al ver el alto número de participantes de Latinoamérica, el Caribe y España: Brasil, Argentina, Colombia, Cuba, Puerto Rico, Chile, España.
Ha sido una experiencia especial, seiscientos participantes de 33 países, entre diáconos y sus esposas, obispos, presbíteros, religiosos y laicado.
El Sínodo de la Familia impidió la prevista audiencia con el Papa Francisco, así como la presencia en el jubileo del  Cardenal Óscar Andrés Rodriguez Maradiaga,  ambos tuvieron la deferencia de mandar un pequeño escrito de saludo. El del Papa Francisco ya ha sido publicada por este medio. Transcribimos  ahora el saludo del Cardenal Rodriguez Maradiaga, que hace referencia a dos temas que resonaron varias veces en el congreso, el diaconado como carrera hacia abajo y la doble sacramentalidad.

Saludo del Cardenal Óscar Andrés Rodrigues Maradiaga

Querido Protector del Centro Internacional del Diaconado, Hermano en el Episcopado Monseñor Gebhard Fürst,
Querido Señor Presidente Klaus KiessUng,
Queridos miembros de la Junta Directiva y Delegados,
Queridos Diáconos, queridas esposas de diáconos, queridos encargados de la formación inicial y permanente de los diáconos,
Señoras y señores.
Les saludo cordialmente, deseándoles la fuerza de Dios para su congreso.
EI Sr. Klaus KiessUng ha intentado, de muchas maneras y muy creativamente, proporcionarme, a pesar de todo, lo posibilidad de participar en su congreso. Desgraciadamente, no puedo cumplir con la promesa que hice – en su tiempo – con mucha motivación y convicción – de darles mi ponencia. La razón es que el Papa Francisco me encargó con muchas tareas especiales para estos mismos días.
Eso no lo podía prever.
Siento muchísimo no poder estar con Uds., ya que mis lazos, personales así como de fondo con el Centro Internacional del Diaconado son muy fuertes. Hace ya muchos años di la ponencia festiva con motivo del establecimiento de la Fundación Diaconia Christi Internationalis.
Con algunos diáconos participantes he trabajado de manera muy cercana y eficaz desde hace ya muchos años.
Entre los ministerios ordinados de la Iglesia, los diáconos son el grupo que más está aumentando, de manera sostenible e incluso rápida – lo que nos agrada.
Por ello, es sumamente importante seguir desarrollando el perfil del diaconado permanente, de caro a las enormes transformaciones que están aconteciendo en nuestra sociedad, pro también en nuestra Iglesia; este desarrollo debe ser espiritual y apropiado para el día a día.
El mismo Jesús es el primer diácono. Él actuó de una manera que ha de caracterizar los diáconos hoy: cercano a las personas y ayudándoles.
La existencia diaconal es una «carrera dirigida hacia abajo», en la cual uno debe ir hacia aquellos cuyo vida y sobrevivencia es difícil.
Para la gran mayoría de los diáconos permanentes, este ministerio tiene una doble sacramentalidad: la ordenación y el matrimonio.
Teniendo en cuento el Sínodo sobre la Familia que se celebra en estos días, dicha doble sacramentalidad ha de ser resaltada de manera muy especial. Incluso como una tarea específica, a favor de las familias pobres, marginadas o que hayan fallado.
Siento mucho el hecho de no poder acompañarles de otra manera que mediante estas palabras de saludo. Tanto más apoyo, con gran compromiso en el futuro el continuo desarrollo del diaconado permanente a nivel mundial.
Para su congreso les deseo la fuerza de Dios, el Espíritu Sonto, sumamente puro y en plenitud.
Les mondo mi cordial saludo. ¡Que Dios les bendiga!
Atentamente
+ Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradioga

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