Ricardo Rodríguez Martos

Ricardo Rodríguez Martos, un diácono que vive para los hombres del mar

Barcelonés de 62 años, está casado y tiene 3 hijos

 

Manuel Robles

Barcelona, España, 16 de febrero de 2011 (ReligionDigital.com)

 

Ricardo Rodríguez Martos, lleva en los ojos el mar mediterráneo, es un diácono casado, 62 años, tres hijos, totalmente del Barça, y te seduce hablándote del mar y de las gentes del mar. El mar lo lleva dentro del alma. Vive en una ciudad que se mira en el mar, es profesor de la Escuela Náutica de Barcelona, y su vida está dedicada a las gentes del mar desde que tenía 34 años.

En el año 1775 comienzan los primeros movimientos a favor de los marinos, y de un modo más organizado en 1850, en Inglaterra. Lo motivos para preocuparse de los marinos son viejos: explotación a bordo, mala alimentación, jornadas interminables e incluso los hundimientos de barcos por los propios armadores para cobrar los seguros.

Y así fue como la Iglesia Anglicana comenzó en 1856 con el primer centro de acogida y de asesoramiento a los marinos, que se llamó Flyin Angel.

 

A Barcelona llega esta preocupación por los marinos en 1927, con el primer centro Stella Maris en España. En la actualidad hay centro en Bilbao, Gijón, Vigo, Alicante, Las Palmas y Tenerife. En la actualidad el Stella Maris de Barcelona cuenta con cuatro empleados fijos para las tareas de secretaría, comedor y limpieza de la casa. Y 35 voluntarios que trabajan en el Stella Maris para atender a los itinerantes del mar e informarles de todas.

Los voluntarios, todas las semanas, visitan a los barcos que llegan a Barcelona, pues a través de estas visitas, se entra en contacto con los marinos que llegan a nuestro puerto y se puede intentar ofrecerles una acogida cálida y la asistencia o el asesoramiento que necesiten, desde buscar un trabajo o acudir a un médico.

Por esta Casa que se dedica a los itinerantes del mar, del mundo entero, pasan todos los años de 4.500 marineros a 5000. Como dice Ricardo, «cada uno trae sus vivencias, pero también sus problemas y aquí estamos nosotros para echar una mano y solucionarles los problemas más acuciantes».

Reconoce que hoy día en la Iglesia faltan efectivos para este apostolado, «por eso en este campo pastoral no tenemos demasiados sacerdotes especializados en la gente del mar. Entiendo que con la escasez de sacerdotes que tenemos, la Iglesia piense más en la atención a las familias y a los jóvenes en las parroquias, pero nos conformamos con lo que tenemos».

Ricardo agradece la ayuda que recibe del Arzobispado de Barcelona «porque sin esta ayuda sería imposible mantener abierta el Stella Maris de Barcelona. La pensión anda por los 30 euros, y sin ayuda eso es imposible de mantener».

No tiene grandes proyectos porque «creo que lo más importante es el día a día, pero me gustaría que alguna entidad nos regalara una furgoneta, para facilitarnos el transporte de los barcos al Stella Maris, en una ciudad tan grande como Barcelona».

Otra faceta de Ricardo, que ha dedicado su vida al Apostolado del Mar, es la de buscar sacerdotes que acompañen a los Cruceros que surcan el Mediterráneo, durante la Semana Santa o el verano.

Por ahora tiene en la lista a 35 candidatos y como son pocos, cualquier sacerdote que quiera acompañar un crucero puede ponerse en contacto con el Stella Maris de Barcelona, apuntarse y esperar su turno para enrolarse en ese proyecto pastoral.

En el año 2008, «El Grupo de trabajo de las Religiones» con sede en Barcelona les dio el premio a la Convivencia y al Diálogo Interreligioso. Premiaron esa labor que hacen con los marinos de todas las razas, colores y creencias, facilitándoles su libertad religiosa para que se pongan en contacto con los grupos islámicos, budistas o judíos que existen en Barcelona.

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