Monseñor Bernardo Álvarez, Obispo de Tenerife (España): “Los diáconos deben existir con o sin vocaciones sacerdotales”

Tomado de la Revista Vida Nueva  Nº 3.015/4, de 10-16 de diciembre de 2016.

Monseñor Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife y Presidente del Comité Nacional para el Diaconado Permanente de la Conferencia Episcopal Española.

En múltiples ocasiones se ha escuchado decir que el diaconado es un parche ante la falta de vocaciones. Bernardo Álvarez (67 años), obispo de Tenerife y presidente del Comité Nacional del Diaconado Permanente, lo niega: “El diaconado es una vocación en sí misma, por tanto, debe existir en la Iglesia independientemente del número de sacerdotes”. En entrevista con Vida Nueva en el marco del XXXI Encuentro Nacional del Diaconado Permanente, el prelado canario se moja sobre la polémica de las diaconisas. No ve inconveniente en que exista esta figura, porque “las mujeres tienen capacidad para realizar cualquier función en la Iglesia”. No obstante, advierte de que habrá que esperar a que “se estudie a fondo”.

En los últimos 25 años se ha cuadruplicado el número de diáconos en España. ¿A qué achaca el aumento?

El diaconado es una novedad en la Iglesia, ya que surgió tras el Concilio Vaticano II. Además, la figura de los diáconos no se instauró en España hasta 1978. Progresivamente, al irse conociéndose y desarrollándose en las diócesis, han aumentado las vocaciones. Es un proceso lógico de crecimiento, aunque no tan grande como deseamos o como se esperaba. De cualquier modo, hay diócesis donde no estaba instaurado el diaconado y ya se van viendo casos. Sin embargo, aun quedan algunas pendientes. Sevilla, Barcelona y Madrid son en las que hay más diáconos. Seguidas de Valencia, Málaga, Huelva… En Andalucía, en general, se ha promovido bastante.

¿Cuáles cree que son los puntos fuertes de la labor del diácono? ¿Y sus debilidades?

Hay que destacar que son personas con una generosidad impresionante. Están siempre disponibles, pese a que tienen una familia y un empleo. Siempre están dispuestos a trabajar en lo que se les encomienda a nivel pastoral, parroquial, o en cualquier otro encargo diocesano. Son personas con ganas de participar y contribuir con la misión de la Iglesia. Por contra, la mayor debilidad quizá es la edad. Ahora están surgiendo diáconos de 40 años, pero la media de edad es incluso superior a la del clero. Estamos por encima de los 60 años. Otra debilidad que estamos intentando corregir es la formación. Necesitamos una pastoral adaptada a estos tiempos, una pastoral misionera, en salida… La promoción del mensaje de Jesús a quienes no lo conocen es algo que nos cuesta a todos. Aquí hay un aprendizaje, empezando por los obispos y siguiendo por el clero y los diáconos.

¿Los diáconos son en la actualidad un “parche” ante la falta de vocaciones?

Es verdad que existe esa idea. Pero es equivocada, porque el diaconado es una vocación en sí misma. Independientemente de que haya muchos sacerdotes o no, el diaconado debe existir. Su misión es específica: es una dimensión del ministerio de Cristo. El diaconado es un actitud de la persona, un carisma, que hay que vivirlo en la familia, en el trabajo, en las relaciones personales… El diaconado no es solo una función eclesiástica, no es celebrar un bautismo o una boda, o dar catequesis. Se es diacono las 24 horas del día. Si no, es lo mismo vivir en la sociedad desde un punto de vista laical. La gratuidad, generosidad y humildad son características propias del que sirve. Ellos no buscan sacar pecho, porque sus cualidades no son para su propia exaltación, sino para ponerlas al servicio.

Una comisión vaticana está estudiando el diaconado femenino. ¿Lo ve como una realidad? ¿Encuentra algún inconveniente al respecto?

Inconveniente no hay ninguno. Si la Iglesia lo ve, no hay problema. La mujer tiene capacidad para ejercer cualquier función en la Iglesia. La pregunta es si en la Historia ha habido o no ministerio diaconal femenino. El Papa ha dicho que se estudie porque en la Historia ha habido ocasiones en que las mujeres acompañaban a los diáconos o a los presbíteros en el ministerio. Puede parecer que ellas eran diaconisas… Esto se estudiará a fondo. Es una cuestión que el tiempo va a ir marcando, así que quedamos a la expectativa…

RUBÉN CRUZ

 

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