José Antonio Varela Vidal (Agencia ZENIT)
Roma, Italia, 2 de diciembre de 2012
En referencia a los diáconos permanentes, el Sínodo pidió que “los programas de formación continuada de las diócesis, también deben estar disponibles para los diáconos”.
En una lectura atenta y entusiasta de las 58 ‘Propuestas’ de los padres sinodales, saltan a la vista algunos conceptos a ser analizados en una visión prospectiva; mientras otras podrían implementarse de inmediato, a la espera de que el santo padre las ratifique en un documento –que seguramente lo anunciará.
En una clara referencia a quiénes son los “guías” de este proceso evangelizador renovado, en la Propuesta 49 los padres sinodales “alientan a los obispos y a los presbíteros a conocer la vida de las personas a las que sirven, de una manera más personal. El obispo es un evangelizador que predica con el ejemplo y comparte con todos los bautizados, la bendición de ser llamado a evangelizar”. También pidieron una “formación permanente del clero sobre la Nueva Evangelización y los métodos de la evangelización en la diócesis y la parroquia”.
La misma Propuesta se amplía a los seminarios y a los diáconos permanentes. Sobre los centros de formación de los futuros presbíteros, estos “deben tener la Nueva Evangelización como un objetivo, de modo que se convierta en el hilo conductor y unificador de los programas de formación humana, espiritual, intelectual y pastoral en el ars celebrandi, en la homilética y en la celebración del sacramento de la Reconciliación”. Y en referencia a los diáconos permanentes, el Sínodo pidió que “los programas de formación continuada de las diócesis, también deben estar disponibles para los diáconos”.