La Diócesis de Saltillo instituirá de manera formal el diaconado permanente, donde laicos casados podrán servir a la Iglesia en parroquias y áreas como la pastoral rural, derechos humanos y Caritas, que muchas veces no pueden ser atendidas por la falta de presbíteros.
El padre Francisco Rodríguez Trejo reveló que en este año el obispo Raúl Vera revivirá este ministerio, y posteriormente se tendrán que seguir distintos pasos, como la elaboración de un directorio, el perfil de los aspirantes y la distribución de los cargos del equipo de sacerdotes que acompañarán a los diáconos.
“El primer paso es el aspirantado, donde los laicos que sienten en su propia conciencia la vocación de servir a la Iglesia de manera estable hacen una solicitud formal, después viene el periodo propedéutico que dura un año y una vez que se han dado las condiciones de discernimiento, pasan a la candidatura, esto dura tres años”, explicó Rodríguez Trejo.
Para la formación de los diáconos permanentes se tienen previstas tres sedes, en las antiguas instalaciones del Seminario Menor de Saltillo y en otros puntos de Monclova y Cuatro Cienegas.
RESPONSABILIDADES
En la Diócesis de Saltillo los diáconos podrán apoyar en las parroquias, además de insertarse en acciones donde, por cuestiones de tiempo, el sacerdote no se involucra de manera directa.
“Hay campos como la pastoral rural, la de derechos humanos, Cáritas, una Dirección Social, donde estaría propiamente el diácono, donde el sacerdote no está porque se dedica a la administración de las parroquias, la celebración de sacramentos y la formación de agentes pastorales; algunos sacerdotes como el padre Pantoja o Robert Coogan son sacerdotes abocados a las áreas específicamente de promoción humana, el resto no”, mencionó.
Se tratará de hombres que dedicarán su vida a dar testimonio en tres áreas: matrimonio y familia, ejercicio profesional o laboral y la vida de la Iglesia.
DESEMPOLVARÁN MINISTERIO
“La carencia de sacerdotes no es la principal razón del diaconado permanente, este ministerio había sido relegado, desapareció de la historia de la Iglesia por el lapso de mil años; a raíz del Concilio Vaticano Segundo y la necesidad de una Iglesia en salida como pide el papa Francisco, hay que hacer acopio de los carismas que son el patrimonio de la Iglesia. Con los cambios sociales culturales ahora hay un despertar misionero”, aseveró.
Se trata de un ministerio que existe en casi la mitad de las diócesis de México; de las 130 que existen en 60 lo tienen instaurado, sin embargo, el trabajo más avanzado lo han hecho en Morelia, Mexicali, Mérida, México, o San Cristóbal de las Casas donde incluso se llegó a cuestionar ordenación masiva de diáconos permanentes de origen indígena.
YA HAY ASPIRANTES
De acuerdo al padre Francisco Javier Rodríguez Trejo, a quien el Obispo le ha encomendado la tarea de dirigir los trabajos del diaconado permanente, al menos 20 laicos se han interesado por pertenecer a este ministerio de la Iglesia católica.
Externó que si bien la Iglesia contempla la solicitud de aspirantes al diaconado estando solteros, el diaconado en la Diócesis de Saltillo será destinado a hombres casados entre los 35 y 55 años de edad, que entren al proceso de formación, que será de cuatro años.
“Los interesados son profesionistas y gente que tiene experiencia en el trabajo de Iglesia, con familias integradas, con su trabajo y que además son personas entre 40 años, cuando el ser humano está en la plenitud de sus facultades, no es alguien que se está despidiendo de la vida y pagando sus culpas queriendo hacer algo por la Iglesia”, dice esperanzado.