Cuatro nuevos diáconos permanentes se consagrarán para la Iglesia de Concepción, Chile

 

Con alegría, la Iglesia de Concepción prepara la ordenación de cuatro nuevos diáconos permanentes, celebración que se realizará el 18 de agosto, a las 19:00 horas, en el templo catedral. La Misa será presidida por monseñor Fernando Chomali.
Después de un periodo de formación, serán ordenados Alejandro Montero  Cornejo (54 años), de la parroquia Divino Redentor de Penco; Luis Garrido Cabezas (47), de la parroquia san Juan Bautista de Hualqui; Marco Antonio Valdebenito Belmar (49) de la parroquia san Pedro de Coronel y Gerardo Inzunza Sáez (67), de la parroquia Familia de Nazaret de Lagunillas, Coronel.

Alejandro Agustín Montero Cornejo está casado con Rita Moya Azcárate y es padre de Gabriel (27) y Camila (17). Pertenece a la comunidad del Divino Redentor, de Penco, parroquia a la que ha estado vinculado hace 15 años.

De profesión Médico Veterinario, trabaja actualmente en el Centro e Investigación en Medicina (Veterinaria) y Agro ecología, CIMASUR. “Me dedico a la investigación y a la formación en el campo de la medicina de animales y de la agricultura ecológica”, expresó, agregando que su vocación religiosa surge “luego de un periodo importante de alejamiento de nuestra Iglesia, en el contexto de la iniciación a la vida eucarística de mi hijo, luego de lo cual hice mi Confirmación y me dispuse al servicio del Señor”, confesó.

Cuando decidió formarse para el diaconado permanente, su familia lo recibe con alegría. “Me han demostrado mucho cariño durante todo el proceso y me he sentido siempre muy apoyado por su aceptación”, dijo, agregando que consagrarse significa “una disposición especial para quienes aún no conocen a Jesús, una ocupación para aquellos que se han alejado de nuestra Iglesia, un camino de amistad con el Señor”.

Parroquia de Hualqui

Luis Alejandro Garrido Cabezas forma un feliz matrimonio, desde hace 20 años, con Marcela Geovanna Sanhueza Guzmán, siendo padres de Alejandro Sebastián de 16 años y Fernanda Soledad de 11 años.

Actualmente, es el Coordinador del Consejo Pastoral Parroquial de la parroquia san Juan Bautista de Hualqui y junto a su esposa, Catequista Prematrimonial. Está vinculado a la parroquia desde los 7 años, “cuando ingresé a mi preparación de Catequesis y, desde ese momento, nunca he dejado de participar, o sea, ya son 40 años en diferentes grupos y actividades parroquiales”, indica, precisando que actualmente se desempeña en los Astilleros y Maestranza de la Armada (ASMAR), en Talcahuano y cumple funciones administrativas en la Gerencia Comercial de la Armada.

Su vocación al diaconado surge “sin lugar a dudas, en el deseo de servicio a los demás, poder proclamar la palabra de Dios y entregar palabras de aliento y consuelo desde la perspectiva de Cristo, que indudablemente me llevó a conocer mejor, dentro de este proceso de formación al diaconado. También fueron importantes los párrocos que estuvieron en nuestra parroquia, que sin lugar a dudas, fueron una inspiración, siempre rescatando alguna enseñanza de parte de ellos”.

Parroquia de Coronel

Marco Antonio Valdebenito Belmar (49), casado con María Elena Carrillo Garrido, son padres de Jaime Antonio y René Mauricio de 25 y 19 años, respectivamente. Desde 2004 pertenece a la rama del Movimiento de Schoenstatt. Es suboficial de Carabineros y se desempeña en la Cuarta Comisaría de Coronel. “La visita de los enfermos a través del servicio como ministro extraordinario de la comunión, creo que es lo que más me marcó la necesidad de servir a los hermanos que más lo necesitan”, relata como principal motivación, precisando que su familia recibió su proceso de formación de “buena forma y de forma inmediata conté con el apoyo de ellos” y que el diaconado es un mayor compromiso con Dios y la Iglesia. “Creo que Dios se vale de instrumentos pequeños como este siervo suyo; es un compromiso doble, primero con mi esposa e hijos y, paralelamente, al servicio de la Iglesia”.

Parroquia Lagunillas

Finalmente, Gerardo Inzunza Sáez (67 años), casado con Amarilis Fernández Ruiz, son padres de Raquel, Sara y Gabriela, conformando una familia feliz. Él pertenece a la Catequesis Familiar de la parroquia Familia de Nazaret y a las Comunidades del Camino Neocatecumenal de la Parroquia de Coronel. Desde los 14 años comenzó a participar en la parroquia san Matías Apóstol de Lota, y 42 años de Camino Neocatecumenal.

Actualmente, trabaja en el Departamento de Educación de la comuna de Lota, como Asistente Social de los programas asistenciales que benefician a los alumnos vulnerables. Su vocación, en la Iglesia, surge de “la escucha de la Palabra y de entrar en mi historia personal, descubriendo lo que Dios ha hecho en mi vida personal y familiar. La Iglesia siempre nos está llamando a prestar un servicio dentro de ella, y esto se concreta con la invitación del párroco de la parroquia Familia de Nazaret, que me llamó a participar de esta vocación, en el año 2010”, comentó.

Fuente: Comunicaciones Concepción

Después de un período de formación, serán ordenados Alejandro Montero Cornejo (54 años), de la parroquia Divino Redentor de Penco; Luis Garrido Cabezas (47), de la parroquia san Juan Bautista de Hualqui; Marco Antonio Valdebenito Belmar (49) de la parroquia san Pedro de Coronel y Gerardo Inzunza Sáez (67), de la parroquia Familia de Nazaret de Lagunillas, Coronel.

Alejandro Agustín Montero Cornejo está casado con Rita Moya Azcárate y es padre de Gabriel (27) y Camila (17). Pertenece a la comunidad del Divino Redentor, de Penco, parroquia a la que ha estado vinculado hace 15 años.

De profesión Médico Veterinario, trabaja actualmente en el Centro e Investigación en Medicina (Veterinaria) y Agro ecología, CIMASUR. “Me dedico a la investigación y a la formación en el campo de la medicina de animales y de la agricultura ecológica”, expresó, agregando que su vocación religiosa surge “luego de un periodo importante de alejamiento de nuestra Iglesia, en el contexto de la iniciación a la vida eucarística de mi hijo, luego de lo cual hice mi Confirmación y me dispuse al servicio del Señor”, confesó.

Cuando decidió formarse para el diaconado permanente, su familia lo recibe con alegría. “Me han demostrado mucho cariño durante todo el proceso y me he sentido siempre muy apoyado por su aceptación”, dijo, agregando que consagrarse significa “una disposición especial para quienes aún no conocen a Jesús, una ocupación para aquellos que se han alejado de nuestra iglesia, un camino de amistad con el Señor”.

Parroquia de Hualqui

Luis Alejandro Garrido Cabezas forma un feliz matrimonio, desde hace 20 años, con Marcela Geovanna Sanhueza Guzmán, siendo padres de Alejandro Sebastián de 16 años y Fernanda Soledad de 11 años.

Actualmente, es el Coordinador del Consejo Pastoral Parroquial de la parroquia san Juan Bautista de Hualqui y junto a su esposa, Catequista Prematrimonial. Está vinculado a la parroquia desde los 7 años, “cuando ingresé a mi preparación de Catequesis y, desde ese momento, nunca he dejado de participar, o sea, ya son 40 años en diferentes grupos y actividades parroquiales”, indica, precisando que actualmente se desempeña en los Astilleros y Maestranza de la Armada (ASMAR), en Talcahuano y cumple funciones administrativas en la Gerencia Comercial de la Armada.

Su vocación al diaconado surge “sin lugar a dudas, en el deseo de servicio a los demás, poder proclamar la palabra de Dios y entregar palabras de aliento y consuelo desde la perspectiva de Cristo, que indudablemente me llevó a conocer mejor, dentro de este proceso de formación al diaconado. También fueron importantes los párrocos que estuvieron en nuestra parroquia, que sin lugar a dudas, fueron una inspiración siempre rescatando alguna enseñanza de parte de ellos”.

Parroquia de Coronel

Marco Antonio Valdebenito Belmar (49), casado con María Elena Carrillo Garrido, son padres de Jaime Antonio y René Mauricio de 25 y 19 años, respectivamente. Desde 2004 pertenece a la rama del Movimiento de Schoenstatt. Es suboficial de Carabineros y se desempeña en la Cuarta Comisaría de Coronel. “La visita de los enfermos a través del servicio como ministro extraordinario de la comunión, creo que es lo que más me marcó la necesidad de servir a los hermanos que más lo necesitan”, relata como principal motivación, precisando que su familia recibió su proceso de formación de “buena forma y de forma inmediata conté con el apoyo de ellos” y que el diaconado es un mayor compromiso con Dios y la Iglesia. “Creo que Dios se vale de instrumentos pequeños como este siervo suyo; es un compromiso doble, primero con mi esposa e hijos y, paralelamente, al servicio de la Iglesia”.

Parroquia Lagunillas

Finalmente, Gerardo Inzunza Sáez (67 años), casado con Amarilis Fernández Ruiz, son padres de Raquel, Sara y Gabriela, conformando una familia feliz. Él pertenece a la Catequesis Familiar de la parroquia Familia de Nazaret y a las Comunidades del Camino Neocatecumenal de la Parroquia de Coronel. Desde los 14 años comenzó a participar en la parroquia san Matías Apóstol de Lota, y 42 años de Camino Neocatecumenal.

Actualmente, trabaja en el Departamento de Educación de la comuna de Lota, como Asistente Social de los programas asistenciales que benefician a los alumnos vulnerables. Su vocación, en la Iglesia, surge de “la escucha de la Palabra y de entrar en mi historia personal, descubriendo lo que Dios ha hecho en mi vida personal y familiar. La Iglesia siempre nos está llamando a prestar un servicio dentro de ella, y esto se concreta con la invitación del párroco de la parroquia Familia de Nazaret, que me llamó a participar de esta vocación, en el año 2010”, comentó.

Fuente: Comunicaciones Concepción

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