Admiten a laicos a las Órdenes Sagradas e instituyen a Lectores y Acólitos en Concepción (Chile)

Con un llamado a ser hombres de profunda oración y de servicio a los más necesitados, Monseñor Fernando Chomali valoró el compromiso de laicos en el proceso de admisión al diaconado permanente e institución de ministros lectores y acólitos.
 La celebración se realizó en la Catedral, con presencia de las familias de cada uno de los ordenados y miembros de las comunidades y parroquias a las que pertenecen.

La Misa fue presidida por Monseñor Chomali y concelebrada por el Vicario General, Padre Mauricio Aguayo y el encargado del Diaconado Permanente, Padre Héctor Rivera, otros sacerdotes y numerosos diáconos permanentes.

En esta oportunidad, fueron admitidos como candidatos al Orden de los Diáconos, los laicos José Mauricio Cáceres Castillo, Raúl Humberto Sobarzo González, Jaime Luis Veillón Moreau y Juan Alfredo Venegas Ramos; también fueron instituidos como Ministros Lectores, los laicos Luis Giacaman Arce, Luis Iván Ruiz Henríquez y Alejandro Eliecer Sáez Llomparte; además, fueron instituidos Ministros Acólitos, los laicos Luis Alejandro Garrido Cabezas, Gerardo Inzunza Sáez, Manuel Jesús Lagos Acuña, Alejandro Montero Cornejo y Marco Antonio Valdebenito Belmar.

En su homilía, Monseñor Chomali resaltó sobre los grandes dones que Dios regala a cada persona. “La vida es un gran regalo, inmerecido, pero un don de Dios, que podemos leerlo desde la fe”, precisó.

Agregó que “Dios nos invita a una misión marcada la persona de Jesucristo, que un gran don que ofrece al mundo y que se convierte en luz, luz que cada uno de nosotros, está llamado a manifestar al mundo”.

Reflexionó que “Dios nos pide hoy, en medio de las tribulaciones, de los problemas e incomprensiones, alegría, para dar testimonio del gozo que tenemos a Jesucristo en medio de nosotros. No es la alegría superficial que nos entrega la luz que nos encandilas y nos enceguece y nos deja ciegos, sino la luz de Jesucristo, del Evangelio, que nos encamina nuestros pasos y nos orienta en la vida”.

Dirigió especialmente el mensaje a los laicos ordenados sobre la importancia de tener un encuentro profundo con Dios, “si no se da ese encuentro, no tendremos nada que decir a la gente. Si ustedes no son hombres de oración no tendrán nada que decir a los demás. Ustedes están llamados a entregar a Dios lo mejor que tienen”.

Llamó también a dar testimonio del servicio. “En el tiempo que estamos viviendo en la Iglesia es fundamental tener claro sobre cuáles son los pesebres del siglo XXI. Esos pesebres son los que iluminarán su camino los otros pesebres son falsos. Es en el pesebre de la cárcel, el pesebre de los hospitales, el pesebre de los jóvenes abandonados, de los mendigos, donde está Jesús. El pesebre no está en los malls, no está en los lugares de lujo, está en los marginados, en la mujer abandonada, en aquel que nos necesita. Y ustedes no son burócratas, no son funcionarios, sino que son discípulos y misioneros, discípulos con los pies en el barro, con las mangas arremangadas, con un corazón de carne, que sufre con el que sufre”, subrayó.

El padre Héctor Rivera, a cargo del Diaconado Permanente, al término de la celebración, señaló que lo vivido es muy importante para la Iglesia de Concepción. “El ministerio diaconal está recobrando su lugar en la vida y en la acción de la Iglesia. Vemos, con gozo, cómo nuestras comunidades hoy respondieron con 12 laicos, que han sido llamados a la ordenación. Esto es una alegría muy grande para la Iglesia y su renovación”, enfatizó, recordando que actualmente colaboran en distintas instancias de la Iglesia diocesana, 56 diáconos permanentes y otros 54 están en proceso de formación, en estos momentos.

Fuente: Comunicaciones Concepción

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