Recuerdos del I Congreso Latinoamericano y del Caribe de Diaconado Permanente

 

Tras la publicación por parte del CELAM del libro «Los diáconos: Apóstoles en las Nuevas Fronteras«, en el que se recoge parte de la documentación del II Congreso Latinoamericano y del Caribe de Diaconado Permanente, desde Servir en las periferias hemos creído conveniente recoger también documentación del I Congreso Latinoamericano y del Caribe de Diaconado Permanente (realizado en Lima, Perú, 13 – 16 de Agosto de 1998), así como de los Congresos Regionales previos a la realización de ambos Congresos.

Agradeceríamos a quienes dispongan de documentación sobre estos Encuentros que la pongan a disposición de Servir en las periferias para que se pueda salvaguardar. Esta documentación se podrá consultar en nuestro apartado «Congresos y Encuentros».

Adjuntamos a continuación una reseña del I Congreso Latinoamericano y del Caribe de Diaconado Permanente-

I CONGRESO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE DE DIACONADO PERMANENTELEMA: Diaconado Permanente: un nuevo rostro para la Iglesia

Lima, Perú, 13 – 16 de Agosto de 1998

LA IGLESIA DICE

«Para una Nueva Evangelización que, por el servicio de la Palabra y la Doctrina Social de la Iglesia, responda a las necesidades de promoción humana y vaya generando una cultura de solidaridad, el diácono permanente, por su condición de ministro ordenado e inserto en las complejas situaciones humanas, tiene un amplio campo de servicio en nuestro Continente». (Documento de Santo Domingo Nº 76 b).
RAZÓN DE SER DEL CONGRESO

1. Unirnos al Gran Jubileo de toda la Iglesia, para celebrar desde el Diaconado Permanente, el Año dedicado al Espíritu Santo.
2. Celebrar el 30 Aniversario del Primer Encuentro Latinoamericano de Diaconado Permanente convocado por el CELAM en la diócesis de San Miguel, Provincia de Buenos Aires, Argentina, en el año 1968.
3. Cumplir con una de las conclusiones del IV Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Diáconos con sus esposas, celebrado en Bogotá del 30 de Noviembre al 02 de Diciembre de 1995.
OBJETIVOS DEL CONGRESO

Objetivo General

* Profundizar sobre el ser y misión del Diaconado Permanente en América Latina y el Caribe, para contribuir desde allí al llamado de una Iglesia profética y evangelizadora en el tercer milenio.

Objetivos específicos

* Conocer la situación real del Diaconado Permanente y el momento que está viviendo en nuestra Iglesia Latinoamericana y del Caribe.
* Conocer, profundizar y aclarar cuál es la situación teológico-pastoral del Diaconado Permanente y su ubicación en la Iglesia.
* Buscar el perfil del Diácono que requiere la Iglesia para el tercer milenio.

CONTENIDOS DOCTRINALES

Jueves 13 de Agosto
Día de llegada. 18.00hs: Eucaristía de apertura, cena y acto inaugural..

Viernes 14 de Agosto
– La Iglesia en América Latina y el Caribe: De Medellín al año 2000
– Caminos del Diaconado Permanente: De San Miguel a Lima
– Visión sociológica del Diaconado Permanente: un nuevo rol en su estructura.

Sábado 15 de Agosto
– Teología de los Ministerios y el Diaconado Permanente
– El Diaconado Permanente en la Diaconía ( comunión y misión) de la Iglesia
– El Camino formativo para el Diácono del tercer milenio.

Domingo 16 de Agosto
– Doble Sacramentalidad y espacios del D.P. en la Pastoral de la Iglesia
– Acto de Clausura y Eucaristía final.

LUGAR Y FECHA DE REALIZACIÓN

El Congreso se realizará en la Casa de retiros del Neocatecumenado en las afueras de Lima.

CONCLUSIONES DE LOS TRABAJOS EN GRUPOS

Luces y sombras del diaconado en nuestro Continente
FORMACIÓN

a. Etapa propedéutica

Luces

1. Más participación de vicarios episcopales, decanos y párrocos en la etapa de discernimiento vocacional.
2. Un mayor acompañamiento vocacional de los aspirantes.

Sombras

1. Falta una pastoral vocacional orgánica.
2. Falta de equipos coordinadores para esta etapa que guarden, a su vez, una orgánica vinculación con la etapa de formación específica.

b. Etapa de formación específica

Luces

1. Una conciencia generalizada de la necesidad de la implementación de un plan formativo específico del diácono permanente de modo que se lo capacite para ejercer su ministerio en las pastorales ambientales.
2. La búsqueda de una homologación en los contenidos de los programas formativos.
3. Los esfuerzos que realizan muchos candidatos para alcanzar una adecuada formación teológica y pastoral.
4. Un mayor acompañamiento de las esposas durante la formación de sus maridos.
5. La ejecución, en algunas diócesis, de planes formativos para las esposas de los candidatos.

Sombras

1. Hay una fuerte necesidad de contar con criterios formativos comunes.
2. Falta una mayor dedicación de tiempo a la formación, tanto de los docentes cuanto de los candidatos.
3. Las enormes distancias que deben recorrer docentes y candidatos para asistir a clase.
4. Es notable la disparidad de criterios y planes formativos entre los institutos diocesanos.
5. Aún se constata en algunos institutos la falta de planes de formación y de acompañamiento de las esposas de los candidatos.
6. Hay escasez de institutos específicos y de docentes capacitados para formar diáconos permanentes.
7. Falta de actualización de programas, particularmente de los referidos a las dimensiones doctrinal y pastoral.
8. Falta una adecuada formación pastoral de los candidatos que los capacite para ejercer el ministerio diaconal en los ámbitos de la caridad, de la Palabra y de la liturgia (escasa valoración del tirocinio).

c. Formación Permanente del Diácono

Luces

1. Se observa una mayor preocupación por instrumentar la formación permanente de los diáconos.
2. Cada vez son más las diócesis que cuentan con planes específicos sobre esta formación.
3. Algunas Iglesias Particulares se sirven de las nuevas tecnologías para lograr una formación permanente a distancia.

Sombras

1. No se tiene en cuenta su necesidad.
2. No se cuenta con una metodología adecuada para llevar a cabo el proceso de la formación permanente.
3. Hay poco interés por parte de los diáconos permanentes en continuar su formación después de ser ordenados. Esto se verifica en su falta de asistencia a encuentros, charlas, etc.
4. Falta de personal y estructuras destinadas a la planificación y seguimiento de esta formación.

VIDA Y MINISTERIO

d. Realidad continental del diaconado permanente

Luces

1. Se constata un gradual y sostenido aumento del número de los diáconos permanentes.
2. Tienen buena disposición para colaborar con los Obispos, presbíteros y laicos en las pastorales diocesana y parroquial.
3. Ejercen su ministerio con alegría, a pesar de la pobreza generalizada en las Iglesias del continente, que también los afecta.
4. Aunque la mayoría se dedica a la liturgia, está creciendo el número de los que trabajan en el ámbito de la caridad y levantan su voz en favor de los pobres.

Sombras

1. En muchas diócesis no se ha restaurado el diaconado.
2. Hay diócesis que se excusan de implementarlo por contar con un buen número de sacerdotes.
3. Muchos diáconos permanentes sufren, a la par de la población en que viven, situaciones de injusticia y de pobreza, como el desempleo, el subempleo y la marginación.
4. Muchos deben recorrer largas distancias para llegar a sus destinos pastorales. Esto incide en el mayor tiempo de ausencia de sus casas y en los costos de sus traslados, que en muchos casos ellos mismos deben afrontar.
5. En general, los diáconos permanentes se ven en la necesidad de dedicarle cada vez más tiempo al trabajo para mantener a sus familias.

e. En relación con la familia y el trabajo

Luces

1. Se constata un importante apoyo familiar en el ministerio de los diáconos, particularmente de sus esposas.
2. Son cada vez más los Obispos y los sacerdotes que reconocen la dedicación y el apoyo familiar en favor de los diáconos y les recuerdan a éstos que deben dedicar más tiempo a sus familias.

Sombras

1. Las familias de los diáconos sienten la ausencia del padre en el hogar, a causa de la excesiva carga pastoral que se le asignan.
2. Los mismos diáconos, a veces no saben equilibrar la distribución de su tiempo entre la familia y el trabajo pastoral.

f. En relación con la sociedad

Luces

1. El diácono permanente, en cuanto pastor del Pueblo de Dios, cuenta con una enorme experiencia en lo social, como consecuencia de su inserción en el mundo, debido, principalmente a su vida familiar y a la problemática inherente a su trabajo civil.
2. La presencia del diácono es bien recibida en las comunidades que anima, coordina o dirige.

g. En relación con la Iglesia

Luces

1. Cada vez son más los diáconos que participan activamente en instituciones diocesanas y parroquiales, particularmente en las áreas de la caridad y de la administración de bienes (ecónomos diocesanos, miembros de los consejos de asuntos económicos…).

Sombras

1. Hay poca presencia de diáconos en las instituciones de la Iglesia, en los niveles internacional (Comisiones del CELAM), nacional (Comisiones de las Conferencias Episcopales), diocesanos (Comisiones, Consejos, Delegaciones, Equipos…) y parroquiales.
2. Es notoria una falta de preparación específica en el diácono para realizar con competencia determinadas tareas pastorales.

II. Futuras líneas de acción del diaconado en el Continente

a) En general

1. En la selección de los aspirantes al diaconado, téngase especialmente en cuenta su servicio previo a la comunidad.

2. Préstese atención a la necesidad del diálogo interconfesional y al impacto de los nuevos grupos religiosos.

3. Téngase en cuenta a la familia del candidato en el tiempo de su formación, para que asuma un compromiso de servicio a la comunidad desde la espiritualidad de Cristo Siervo.

4. Foméntese la formación permanente e inclúyase en la misma, la capacitación para el desempeño de tareas pastorales concretas.

5. Oriéntese a la comunidad cristiana para que ayude al diácono a encontrar un equilibrio en la entrega del tiempo respecto a su familia, a su trabajo y a su ministerio.

6. Profundícese el estudio de la doble sacramentalidad del diácono casado.

7. Considérese la implementación de un comunicador, impreso o electrónico, que favorezca la divulgación y el intercambio de experiencias diaconales.

b) En particular, en las tres dimensiones diaconales:
Características Líneas de Acción
Liturgia * El diácono procura su propia santificación con la oración personal, particularmente por la participación en la sagrada liturgia y la celebración de la Liturgia de las horas.
* Es ministro de la santificación de la comunidad cristiana. Invita a todos a la conversión y a la santidad.
* Ayuda al Obispo y a los sacerdotes en las celebraciones litúrgicas. * Los diáconos deberán ser fieles observadores de las normas litúrgicas, tanto del Derecho universal cuanto del particular de la propia Conferencia Episcopal.
* Procurarán mantenerse actualizados en el campo litúrgico, priorizando esta área en su formación permanente.
* Dialogarán con sus párrocos acerca de los modos de optimizar la participación de los fieles en las celebraciones litúrgicas.
* Desde su ministerio litúrgico, procurarán impregnar en la Iglesia una actitud de acogida hacia todos los hombres, particularmente desde las celebraciones de bautismos y matrimonios.
* Fomentarán entre los fieles el gusto por el estudio de la Sagrada Liturgia.
* Contribuirán a inculturar la liturgia en sus comunidades, guardando fidelidad a las normas de aquella y a las características de éstas.
* Procurarán que los fieles conozcan las riquezas y los límites del ministerio litúrgico del diácono.
Profética * El diácono testimonia con su vida ante todos los hombres la palabra que predica.
* La catequesis, en todas sus formas, es un ámbito eclesial que le es propio.
* En la comunicación de la fe al hombre de hoy se sirve de los medios de comunicación social.
* Procura adaptarse a las características sociales y culturales de los fieles.
* Está dispuesto a anunciar la Palabra, en la medida de sus posibilidades, en cualquier lugar. * Capacitar a los diáconos antes y después de su ordenación para que anuncien con competencia la Palabra de Dios.
* Realizar cursos y encuentros interdiocesanos que los capacite para anunciar la Palabra en distintos ambientes eclesiales y sociales.
* Utilizar los medios a su alcance para cumplir con esta misión.
* Fomentar la participación de los diáconos, con la debida competencia, en la organización de cursos, encuentros y congresos cuyos temas tengan relación con esta dimensión profética.
* Difundir entre los diáconos trabajos y conclusiones de encuentros y congresos que aborden temas conexos con esta dimensión.
* Es importante que el diácono sea acompañado por su familia en este ministerio.
Caritativa * Los diáconos sirven al Pueblo de Dios en nombre de Cristo.
* El ministerio diaconal es servicio de caridad para ayudar y animar a la Iglesia Diocesana.
* El servicio diaconal va dirigido preferentemente a los pobres y marginados.
* Su ministerio abarca tanto el ámbito eclesial como el social.
* Es sensible frente a los problemas sociales. * Los diáconos procurarán:
– capacitarse para administrar los bienes y las obras de caridad de la Iglesia, tanto a nivel parroquial como diocesano, como así también para dirigir comunidades distantes;
– prepararse para animar las pastorales pre-sacramentales, la matrimonial, la familiar, la juvenil, de la salud, la educativa, de los profesionales, los grupos étnicos…
– desempeñarse como ecónomos diocesanos, miembros de los consejos diocesanos y parroquiales de asuntos económicos, de los consejos pastorales, y de las Caritas diocesanas y parroquiales…
– trabajar en favor de los pobres desde una pastoral de conjunto planificada, en los niveles diocesano y parroquial;
– participar de cursos, encuentros, congresos… sobre Doctrina Social de la Iglesia, comprendiendo que es parte fundamental de su formación permanente;
– que todos los fieles de la comunidad sirvan a todos los hombres.
* Los diáconos, en su ministerio, superarán cualquier ideología política o interés particular.

III. Recomendaciones finales

a. Al CELAM

1. Que eleve al Santo Padre un profundo agradecimiento de los diáconos permanentes de América Latina y el Caribe, por haber dispuesto la preparación y la publicación de las Normas Básicas de la Formación de los Diáconos Permanentes y del Directorio para el Ministerio y la Vida de los Diáconos Permanentes, como así también manifestarle su disposición para estudiar con interés ambos documentos y llevarlos a la práctica.

2. Que agradezca igualmente a las Congregaciones para la Educación Católica y para el Clero este largo y paciente trabajo normativo que tanto necesitaban nuestras iglesias.

3. Que fortalezca la actual estructura del Departamento de Vocaciones y Ministerios, de modo que continúe organizando encuentros continentales y regionales sobre el diaconado permanente, con marcado interés en lo formativo y en la doble sacramentalidad.
4. Que promueva los trabajos de investigación en materia teológico-pastoral del Equipo Continental de Expertos en Diaconado Permanente, constituido en el mes de abril de 1997.

5. Que procure entablar un diálogo entre el DEVYM y la Asociación Nacional de Diáconos Hispanos de los Estados Unidos de Norteamérica.

6. Que el DEVYM mantenga fluidas relaciones con el Centro Internacional del Diaconado a fin de obtener un enriquecedor intercambio de experiencias.

7. Que considere la conveniencia de solicitar a la Santa Sede se exima a las Conferencias Episcopales de pedir autorización para instaurar el diaconado permanente en las diócesis de los respectivos países.

Las esposas presentes formularon en un plenario propio:

8. Que se estudie la posibilidad de integrar a la esposa y a los hijos del diácono en el rito de la ordenación.

9. Que el DEVYM siga profundizando el tema de la doble sacramentalidad del diácono casado.

b. A las Conferencias Episcopales

1. Que elaboren las normas complementarias a los recientes documentos de la Santa Sede (la Ratio y el Directorio) sobre el diaconado permanente, de modo que sean rápida y completamente aplicados en cada país.

2. Que en los planes de estudio se tenga en cuenta la formación espiritual y doctrinal de las esposas e hijos de los candidatos.

3. Que preparen un directorio litúrgico para el diácono permanente, de modo que oriente su ministerio.

4. Que promuevan la creación de Consejos Consultivos para complementar la formación y el acompañamiento de los diáconos permanentes.

5. Que fomenten, por medio de las correspondientes comisiones episcopales, la preparación de encuentros nacionales sobre el diaconado permanente, a los que también sean convocadas las esposas de los diáconos.

c. A los Obispos Diocesanos

1. Que donde no la hubiere, implementen una pastoral vocacional sobre el diaconado permanente.

2. Que promuevan la creación de escuelas de formación diaconal en sus Diócesis o en sus regiones pastorales.

3. Que impulsen programas de formación permanente para sus diáconos y sus familias.

4. Que alienten la realización de convivencias y retiros de diáconos con sus esposas.

5. Que favorezcan la realización de encuentros entre el Obispo y los sacerdotes con los diáconos permanentes.

6. Que mantengan encuentros periódicos con las familias de los candidatos y de los ya ordenados.

7. Que se incluya el tema del diaconado permanente en los planes de estudios del Seminario Diocesano y se promuevan encuentros entre los seminaristas y los diáconos permanentes.

d. A los Párrocos

1. Que favorezcan un diálogo fluido y fraterno con los diáconos que lo acompañan en su ministerio.

2. Que integren a sus diáconos cooperadores en los organismos parroquiales, de acuerdo a la preparación de cada uno, teniendo en cuenta su competencia ministerial en la triple dimensión de la liturgia, la palabra y la caridad.

3. Que sepan discernir las vocaciones al diaconado y las alienten y acompañen con afecto en su formación.

4. Que instruyan a sus fieles con una adecuada catequesis sobre el diaconado permanente y los inviten a rezar por la fidelidad y la perseverancia de todos los clérigos.

5. Que promuevan una pastoral vocacional sobre este ministerio.

IV. Conclusiones de los trabajos en grupo de las esposas de los diáconos

a. Características que debe poseer la esposa del diácono permanente

1. Imitadora de la Virgen María en el silencio, en la capacidad de saber escuchar, en la atención a las necesidades del prójimo, en la fortaleza, la prudencia y la sencillez, en la oración, en la virtud de la esperanza y en la fidelidad;

2. Paciente, comprensiva, tolerante, discreta, alegre, virtuosa, abierta al diálogo, modesta en el vestir;

3. Formada con una sólida base cristiana, dispuesta a seguir creciendo en la fe y en el conocimiento;

4. Capaz de dar testimonio de su vida cristiana y de ser coherente entre su pensamiento y su obrar;

5. Abierta y bien integrada a la comunidad;

6. Consciente de que la vocación y el ministerio diaconal de su esposo enriquece su vocación matrimonial;

7. Capaz de suplir la ausencia del esposo en el hogar y de ayudarlo a encontrar un equilibrio en la distribución de su tiempo entre la familia y el ministerio;

b. Sugerencias de acompañamiento del esposo en el ministerio

1. Compartir con él la oración, especialmente la Liturgia de las Horas, y alimentar una espiritualidad específicamente diaconal;

2. Trabajar, en la medida de sus posibilidades y conocimientos, en pastorales tales como la matrimonial, la familiar, la catequística, la educativa, la carcelaria, de la salud…

3. Ayudar a su esposo a preparar conferencias, retiros, jornadas.

c. Otras sugerencias

1. Estar dispuestas a recibir una adecuada formación espiritual y doctrinal durante el tiempo de preparación al diaconado de su esposo.

2. Continuar esa formación de modo permanente después que su esposo sea ordenado.

3. Tomar conciencia que su rol será el de ser esposa de diácono y no el de «diaconisa».

4. Contar con un director espiritual.

5. Participar de la actividad pastoral del esposo.

6. Invitar a los hijos del diácono a participar de actividades parroquiales, diocesanas y nacionales.

7. Organizar convivencias a las que sean invitados todos los miembros de la familia del diácono.

8. Alentar a la comunidad cristiana para que facilite la integración a la misma de los miembros de la familia del diácono.

9. Favorecer la participación de los diáconos y sus esposas en retiros espirituales.

 

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